'Blade Runner' se estrenó en Estados
Unidos el 25 de junio de 1982 tras una conflictiva producción, que se
saldaría con la disconformidad de Scott tras haberle arrebatado la
decisión final sobre la película. El mangoneo del estudio afectó al
resultado de la película en taquilla, ya que su recaudación fue de 33,7
millones de dólares, una cifra realmente pobre para una producción que
costó 28 millones. Más adelante se revelarían diversas versiones
alternativas de la cinta, que ya se había convertido en un título de
culto por sus espectaculares imágenes y su complejo contenido.
Para no incumplir la tradición hollywoodiense de reciclar las glorias del pasado, este mismo año veremos 'Blade Runner 2049', la secuela que ha dirigido el visionario Denis Villeneuve partiendo del clásico de Scott y las inimitables ideas de Philip K. Dick. El
6 de octubre podremos ver el regreso de Harrison Ford como Deckard,
acompañado por Ryan Gosling y Jared Leto, en uno de los títulos más
enigmáticos del año.
*
En honor a la película que tocó el cielo de la ciencia ficción, he aquí este decálogo de curiosidades sobre los replicantes:
1. Guerra de eslogans
Las tensiones culturales estuvieron
patentes en el rodaje desde el primer día. Ridley Scott estaba
acostumbrado a la idiosincrasia de los técnicos ingleses, pero en 'Blade
Runner' tuvo que adaptarse al rígido esquema laboral estadounidense.
Los trabajadores americanos terminaron hastiados del cineasta, ya que no
eran inusuales las jornadas de trece horas y el temperamento de Scott
tuvo colgando de un hilo a buena parte de los técnicos, que sufrían
despidos constantes. Después de unas declaraciones de Scott a un medio
inglés en las que criticaba las faltas de respeto de los
estadounidenses, que no le respondían "Sí, gobernador", algo que sí
hacían los ingleses. Entonces los técnicos de 'Blade Runner', en tono
jocoso, se hicieron camisetas en las que ponía "Sí, gobernador, mis
cojones" ("Yes guv'nor my ass!"). Scott no cedió e imprimió su
propia camiseta, en la que se podía leer "La xenofobia apesta". Ambos
bandos comprendieron el carácter bromista de la disputa, que alivió
ligeramente las tensiones.
2. Autor frustrado
En primera instancia, la producción dejó
de lado a Philip K. Dick, autor de la obra en la que se inspiró la
película: '¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?'. El escritor
tuvo la oportunidad de leer uno de los primeros guiones de la cinta y
no tardó en destrozarlo públicamente, e incluso se metió con 'Alien, el
octavo pasajero'. Posteriormente, el publicista Jeffrey Walker
aconsejó a Warner integrar a Dick en el proyecto, y el autor comenzó a
recibir las últimas noticias de la película. El escritor terminó
apoyando la película, por lo que al menos hubo un final feliz para la
producción.
3. Sueños rotos
Harrison Ford era la gran estrella de la
película. Venía de ganarse al público con Han Solo e Indiana Jones, sus
dos roles más icónicos, y aceptó el reto de encarnar a un personaje con
tantas capas como Deckard. El actor se implicó en el exhaustivo
rodaje como nadie, lo cual promovió que fuera una de sus experiencias
laborales más frustrantes, ya que fue testigo directo de los cambios
en la sala de montaje que terminaron por desmembrar a la película, en
vez de convertirla en un producto más potable para el público.
4. A la calle
El equipo técnico no fue el único
descontento con el trabajo de Ridley Scott, porque los ejecutivos
tampoco se alegraron de que se rebasara el presupuesto estipulado. Por
esa razón los productores ejecutivos Bud Yorkin y Jerry Perenchio
despidieron a Scott y al productor Michael Deely cuando terminaron el
grueso del rodaje. Más adelante, permitieron regresar a Deely y Scott,
pero Yorkin y Perenchio mantuvieron la voz cantante en el proceso de
edición. Aquí surgió la primera gran disputa: la voz en off. Tras dos
proyecciones fatídicas, en las que el público no alcanzó a comprender
el complejo contenido, los productores decidieron añadir una voz en off
que explicara literalmente lo que estaba sucediendo, además de un
final más complaciente. A Scott no le molestaba la idea de la voz en
off, pero sí el estilo que se había tomado, sobreexplicando cada
situación en vez de permitir reflexionar a Deckard.
5. Malas calles
Scott no fue el primero en acercarse a
este complicado proyecto. En 1969, un joven director que se preparaba
para conquistar Hollywood se acercó a Philip K. Dick para mostrar su
interés en adaptar la novela. Martin Scorsese era ese ambicioso
cineasta novato, que acudió junto a su socio Jay Cocks para convencer a
Dick de la posibilidad de llevar a Deckard a la gran pantalla. Al
final el proyecto no salió adelante y Scorsese se adentró en los
rincones oscuros de las calles de Nueva York, explotando su faceta de
gangster.
6. Marca eterna
Daryl Hannah se llevó un
recuerdo indeleble del rodaje de 'Blade Runner'. Durante la escena en la
que su personaje, Pris, huye de Sebastian y rompe la ventana de su
coche con el codo, la actriz terminó con una herida considerable. El
golpe con el cristal fue accidental, causado por un tropiezo de Hannah
en el suelo húmedo, por lo tanto la ventana no era de mentira, sino de
cristal real. La colisión provocó ocho marcas en su codo, que hoy en
día mantiene todavía una cicatriz que lleva 'Blade Runner' escrita por
todos lados.
7. Mal de ojo
El sórdido paisaje urbano de 'Blade Runner' contaba con la presencia de grandes logotipos de empresas reales. Pero el
fracaso comercial se debió extender a aquellas compañías, porque años
después del estreno, casi todas comenzaron a sufrir pérdidas o incluso a
desaparecer. Ese fenómeno se conoció como la "Maldición Blade
Runner", que afectó a empresas como Atari, que perdió su músculo
comercial; la aerolínea Pan Am, que caería en bancarrota a comienzos de
los noventa; RCA, que se desmembró tras su absorción por parte de
General Electric; o incluso The Coca-Cola Company, sufrió serias
pérdidas con el fracaso de la New Coke en 1985.
8. Versión ideal
La voz en off terminó reinando en la
película, pero la versión previa de Ridley Scott no había desaparecido
del todo. Hubo que esperar hasta 1989 para poder descubrir aquella
primigenia 'Blade Runner', que fue encontrada por Michael Arick, el
responsable de la gestión de activos de Warner Bros., que se topó con
una copia de aquella versión. Meses después, Arick envió la copia de
70 mm a un festival dedicado a ese formato y allí fue proyectada por
primera vez, llenando cada una de sus sesiones. Ese éxito motivó a
Warner a impulsar un montaje del director con aquel material, con el que
Scott no quedó satisfecho, porque consideraba que había que pulirla
más. Fue en 2007 cuando Scott pudo plasmar definitivamente su voz en la
película, estrenando el definitivo montaje del director.
9. Palomas en el gimnasio
Rutger Hauer fue otro de los intérpretes
dedicados en cuerpo y alma a la película. De hecho, el actor que
interpretaba al replicante Batty aseguró que parte de su monólogo final
venía de su puño y letra, que él mismo lo había improvisado durante el
rodaje. Pero aquella escena pudo tener un resultado muy diferente,
porque, según apuntaba Hauer, la intención inicial fue la de rodar la
secuencia en un viejo gimnasio. La pelea involucraría artes
marciales y mucho más contacto físico, y el propio Hauer dice haber
propuesto la persecución para sustituir la pelea directa.
10. Ayudita de Kubrick
Warner Bros. recurrió a su amplio archivo para completar la secuencia de créditos finales de 'Blade Runner'. En concreto, los
productores seleccionaron imágenes inéditas de la secuencia inicial de
'El resplandor' para añadir al desenlace de la versión comercializada de
la película de Scott. En ninguno de los planos aparece el coche de
Jack Torrance, que se dirigía al terrorífico hotel en el que perdería el
juicio, pero seguro que los espectadores vivieron un déjà vu en toda
regla.
*
“-
Diseñados para imitar a los humanos en todo menos sus emociones. Pero
había una posibilidad de que desarrollaran emociones propias. Odio,
amor, miedo, enojo, envidia. Así que tomaron precauciones.
- ¿Cuáles?
- Les dieron cuatro años de vida.”