sábado, 21 de enero de 2023

El cine de horror gótico: un breve repaso a su historia

 Aunque no tan breve en verdad.

Articulo escrito por Peter Pank y Boris Caligari, publicado originalmente en la revista Malacandra n° 6, en febrero de 1999.


Introducción

El termino gótico nace en el siglo XVI. Se utilizaba para designar el arte de los godos, de los bárbaros, que llegaría a conquistar el mundo cristiano.

La arquitectura gótica refleja hasta nuestros días un áurea irreal, representando la visión medieval de la iglesia terrenal como una ciudad celestial. Sus bóvedas en punta parecían intentar tocar a Dios. En sus ventanas altas, finas y puntiagudas, casi siempre con vitrales en ellas, la luz cobraba un sentido místico. El ejemplo más claro sería la Catedral de Notre Dame en París.

También el termino gótico es usado para enmarcar un estilo de literatura popular surgido a fines del siglo XVIII. Este género intentaba desplegar un estilo propio buscando tanto la exageración de los personajes y de las situaciones, como el desarrollo de estas bajo el marco melodramático que facilita el terror, el misterio, el horror, todo lo siniestro en definitiva. Estas historias se situaban generalmente en lugares solitarios y espantosos subrayando así los aspectos más grotescos, más macabros, para crear una poética sobre los monstruoso como aporte dramático, reflejo de un subconsciente convulsivo y desasosegado.

La época gótica es una época de ensoñaciones, de perspectivas del espíritu, de contrastes, de garantías sobre la muerte: "se nace para saber morir y la vida viene a ser como el reverso de la eternidad". Una edad materialista y divina donde se dan los más desenfrenados goces terrenales junto a las más puras aspiraciones del corazón.

El género del film de horror gótico amalgama en otro lenguaje todas las características antes citadas. Ha existido desde hace tanto como el cine mismo. Usualmente se lo relaciona con películas situadas en castillos ruinosos, cementerios hechizados, y con ruidos atemorizadores; pero el horror gótico es mucho más que eso. Bajo este concepto cualquier película de terror con un decorado adecuado quedaría enmarcada dentro de lo gótico, pero en estos films los decorados recrean una atmósfera insana mediante la yuxtaposición de arquitecturas y fundamentalmente por la iluminación. Las escenografías siempre están en penumbras, jugando más con impresiones que con certezas, con contornos difuminados que ayudan a crear una sensación de irrealidad y un ambiente malsano.

Más allá de todo esto el cine gótico se identifica con temas específicos como los sueños perturbadores, el amor desesperado e imperecedero y la romantización melancólica de la muerte.

Este tipo de cine tuvo su época de oro en los años '60 y '70, donde se produjeron cientos de films tanto en América como en Europa. Esta etapa puede ser definida como horror gótico clásico, pero antes de éstas hubieron otras películas que fueron definiendo y creando el género.

El período mudo

El origen del cine gótico se remonta a los comienzos del expresionismo mudo alemán. La primera película que reune los dos géneros es El Gabinete del Doctor Caligari (Das Kabinett des Doktor Caligari), dirigida por Robert Wiene en 1919.

Si bien la escenografía no encuadra dentro del esquema de lo gótico, ya que es netamente surrealista, el film en sí, tanto en su tema como en la atmósfera, introduce los primeros conceptos del horror gótico.

Esta original historia sobre sueños, sonambulismo, locura, amor y maldad nos transporta a un ambiente gótico sin necesidad de valerse de cementerios ni de castillos embrujados.

A pesar de estar también enmarcado dentro del expresionismo mudo alemán, Nosferatu, el vampiro (Nosferatu, Eine Symphonie des Grauens), es un film netamente gótico. Dirigido por F. W. Murnau en 1922 esta película incorpora elementos distintivos del género tanto en su escenografía, clima, actuación y tema, incluyendo el primer vampiro de la historia del cine.


El vampirismo es el tema gótico por excelencia siendo Nosferatu la primera adaptación fílmica no acreditada de la novela Dracula de Bram Stocker.

Max Schreck interpretaba al conde Orlock ya que por razones de derecho de autor no se podía utilizar el nombre de Drácula. Su caracterización era la de un demonio infernal, calvo, con orejas puntiagudas, rostro pálido, dientes afilados y garras. El maquillaje iba sufriendo cambios sutiles a lo largo del film volviendo su aspecto progresivamente más repelente. En muchas escenas de ataque y depredación su larga y grotesca sombra lo predecía como si se tratara de una profecía maligna.

Murnau filmó gran parte en exteriores, en pueblos reales y castillos auténticos, dándole al film una idea más de realismo que la mayoría de las producciones alemanas hechas en estudio. Contiene el expresionismo de ese período, pero es un expresionismo dibujado por la naturaleza en vez de armado artificialmente.

La película es al mismo tiempo aterradora y ricamente romántica siendo considerada una de las mejores expresiones del género vampírico.

El gótico llega a América en el año 1925 con el film mudo producido por la Universal El Fantasma de la Ópera (The Phantom of the Opera) dirigida por Rupert Julian.

La acción transcurre en el teatro de la Ópera de París que ha sido construído sobre catacumbas medievales. Allí se desarrolla esta historia de amor tortuoso y no correspondido. El Fantasma, un ser desfigurado y misterioso oculto tras una máscara, está enamorado de Christine Daae, una cantante suplente, por quien hará todo lo posible para llevarla al puesto de prima donna.

La película hace uso expresivo de luces y sombras, creando una atmósfera inquietante .Esto se refleja en la escenografía que abunda en caracteres góticos tanto en la Ópera como en las catacumbas que se encuentran debajo; dando la sensación de dos niveles: el de arriba, el teatro, donde el Fantasma aparece sólo como una sombra y el de abajo, las salas de tortura, donde el Fantasma es una presencia real plena de poder. Lo cual hace pensar en dos planos: el consciente o diurno y el inconsciente o nocturno que subyace bajo el primero.

Lon Chaney interpreta el papel del Fantasma dirigiéndose a sí mismo en algunas escenas y utilizando un maquillaje de su creación para desfigurarse el rostro. Esto sumado a su genial pantomima le ayudaría a crear el Fantasma mas extraño y horrible de todos.

El gótico de la universal

Ya dentro del cine sonoro, en el año 1931 la productora Universal lleva a la pantalla su versión de Dracula dirigida por Tod Browning.

El personaje del Conde es interpretado por Bela Lugosi cuya caracterización será recordada como la del "Drácula clásico". Lugosi vestido en un elegante traje victoriano y con una capa de satén negro y rojo, estaba más cerca de un aristócrata misterioso y fascinante, que de un monstruo sediento de sangre. Su lenguaje es un lenguaje de miradas y sonrisas, exenta de colmillos, en donde la maldad se capta de una simple alteración de sus rasgos faciales. Su personificación ha sido copiada por muchos pero nunca igualada. Es más, hasta el mismo vivió los últimos años de su vida en el mundo de fantasía de sus films, hasta que finalmente fue enterrado con su capa de Drácula.

El film en realidad está basado en la obra teatral del mismo nombre que era interpretada por Bela Lugosi, quien le rogó al director de la Universal, Carl Laemmle, que le dejara el papel protagónico. El estudio quería a Lon Chaney, quien ya había interpretado a un falso vampiro en London After Midnight (1927), pero murió antes de que la producción se pusiera en marcha.

Del mismo modo que en la novela de Stocker la película está dividida en dos partes: en la primera, Drácula aparece como amo y señor de su mundo: un universo extraño, donde las criptas cubiertas con telarañas, se alternan con lóbregas escalinatas, encontrando su máxima expresión en la cuidada fotografía en blanco y negro (Karl Freund) del hermoso y siniestro castillo gótico; acentuando el lado romántico de la narración; en la segunda, el Conde Drácula instala su anormalidad en la convencional sociedad londinense. El impacto que había provocado el mundo malsano del comienzo se desvanece cuando la acción se traslada a Inglaterra. Drácula traslada su persona pero no su mundo.

La sordidez impuesta, se verá potenciada por la casi ausencia de contenido musical (no olvidemos que este es el primer film de terror sonoro). Al no existir todavía el concepto de música cinematográfica, la banda de sonido esta especialmente cuidada, dejando con ello que los sonidos ambientales potencien el entramado sonoro: sirenas de barcos, gritos de horror, aullidos de lobos, etc.


El éxito de esta película fue el inicio de todo un ciclo de largometrajes de terror en los años '30.

En 1936 Drácula tuvo una hija como secuela del film de Tod Browning. La Hija de Drácula (Dracula's Daughter) fue dirigida por Lambert Hillyer y podríamos considerarla como una película de menor importancia. A diferencia del Dracula de Lugosi la acción comienza en Inglaterra para trasladarse hacia el final a Transilvania donde se sucederán los momentos más góticos del film. El papel de la Condesa Marya Zaleska es interpretado por Gloria Holden, una vampira espectral, siniestra, enigmática y portadora de una belleza enfermiza, lo cual la lleva a acercarse a la actuación de Bela Lugosi.

El tema de una mujer vampiro ya había sido tocado anteriormente en el film de Carl Dreyer Vampyr (1931-1932) que estaba sutilmente basado en la novela Carmilla de Sheridan Le Fanu.

Este fue uno de los films de vampiros más extraños y menos reconocidos. Se encuentra a mitad de camino entre el cine mudo y el sonoro, ya que ha pesar de estar sonorizado continua usando la técnica de carteles explicativos típicos del período mudo.

La acción transcurre en un clima onírico e irreal, en parte gracias a la fotografía de Rudolph Mate que filmó solamente al anochecer y al amanecer utilizando una lente de gasa.

Vampyr no funciona mediante los típicos standards del horror tale como la sensación de shock o las acciones físicas, deja mucho mas librado a la imaginación y a la participación mental de la audiencia que ninguna otra película de terror.

La escena que aún hoy es la más espeluznante es cuando la cámara reemplaza la posición del actor en el ataúd, permitiéndole al espectador la inconfortable sensación de que también ha sido atrapado vivo dentro del cajón.

Poco después del Drácula de Tod Browning, otra novela gótica clásica fue hecha por la Universal. El film de James Whale de 1931 Frankenstein (también conocido como Frankenstein, the Man Who Made the Monster) fue una versión simplificada de la muy compleja y filosófica novela de Mary Shelley. El papel del monstruo le fue ofrecido a Bela Lugosi quien lo rechazó porque pensaba que sus dotes como actor no se reflejarían tras la excesiva cantidad de maquillaje. El rol recayó entonces sobre Boris Karloff quién gracias a este papel heredaría el reinado del horror que hasta ese momento le pertenecía a Bela Lugosi.

El maquillaje del monstruo fue diseñado por Jack Pierce. Varias capas de gasa y sustancias tóxicas se usaron para crear la apariencia única de la criatura mediante un método doloroso que llevaba mas de cuatro horas diarias de aplicación.

Las dos grandes pasiones de James Whale eran evidentemente la pintura y el expresionismo alemán. Esto se ve reflejado en los decorados expresivos, con sus cielos constantemente brumosos, en los encuadres geométricos, en la interpretación de los actores, en la contrastante iluminación en blanco y negro y en una puesta en escena creada con un concepto netamente pictórico.


En 1935 James Whale con el mismo equipo de filmación volvería para realizar una secuela (que al principio se titularía The Return of Frankenstein) con el nombre de La Novia de Frankenstein (Bride of Frankenstein) también basada en la novela de Mary Shelley.

Karloff encarna nuevamente al monstruo y el rol de la novia fue interpretado de una manera casi expresionista por Elsa Lanchester, quien además personifica a Mary Shelley al principio del film.

En términos de estilo, diseño visual, guión literario, actuación y cualquier otro elemento individual es virtualmente insuperable. Como una obra de Grand Guignol Gótico, sobresale de su predecesora y a pesar de su bajo presupuesto conserva la calidad de la original que las versiones posteriores fueron perdiendo u olvidando deliberadamente.

La película es totalmente romántica. Aquí también se da el cruce entre gótico y expresionismo como en Frankenstein, tan al gusto de James Whale. Esto se ve claramente en la escenografía que va de lo gótico (el interior del castillo de Frankenstein) a lo expresionista (el bosque de arboles desnudos, el cementerio, las cruces y los santos derribados).

El monstruo nunca es tan aterrorizante como en la primer escena en el molino quemado, a medida que el film avanza se va humanizando hasta convertirse en una criatura incomprendida que llega a querer salvar la vida de su creador al final de la película.

La serie continúa en 1939 con El Hijo de Frankenstein (Son of Frankenstein), esta vez dirigida por Rowland V. Lee. El film es mucho menos interesante que los anteriores por su tono serial y por la notoria ausencia de James Whale, a pesar de tener buenas ideas de guión y puesta en escena.

La particularidad de este film es la inclusión de Bela Lugosi en el rol de Ygor, el deforme ayudante del Dr. Frankenstein, que también lo interpretaría en la próxima película de la serie El Fantasma de Frankenstein (Ghost of Frankenstein) de 1942 dirigida por Earle C. Kenton y hasta llegaría a personificar al mismísimo monstruo (papel que había rechazado anteriormente) en el pastiche Frankenstein contra el Hombre Lobo (Frankenstein Meets The Wolf Man) de 1943 realizada por Roy William Neill.

Pero a pesar de todo Son of Frankenstein es una película fascinante y solamente en el nivel de su dirección de arte, sets, iluminación y su elegancia visual en general, debería ser considerada como la segunda mejor película de la serie. A través de constantes lluvias, truenos y oscuridad espectral, crea su propio mundo de pesadilla: nunca presenciaremos el sol o sentiremos el aire fresco y los únicos arboles que vemos están muertos. Todo es magnificado al gigantismo con proporciones de ensueño, desde la lluvia hasta el llamador de la puerta y la escalera distorcionada.

Esta saga de films de la Universal se centra más en la figura del monstruo que en la de su creador, a diferencia de las versiones que harían los estudios británicos Hammer (tema en el que profundizaremos mas adelante). La fama del monstruo se debe en parte al maquillaje de Jack Pierce logrando que los espectadores finalmente asociaran el nombre de Frankenstein con el de la criatura y no con el de su creador.

La casa de los horrores

Los años '60 y '70 fueron, en muchos sentidos, la edad de oro del Cine de Horror Gótico. En Gran Bretaña, la legendaria Hammer Films produjo incontables remakes, frecuentemente basadas en los clásicos sobre Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo y la Momia. El esquema narrativo de toda la producción Hammer es la eterna batalla entre las fuerzas del bien y del mal representadas por el sabio y el monstruo.

El estilo clásico del terror gótico Hammer está asociado al de los once films realizados entre 1957 y 1962, su mayoría dirigidos por Terence Fisher y protagonizados por Christopher Lee y Peter Cushing. Estos films desarrollaron una forma de entender el gótico que a pesar de estar enraizada en el melodrama de época, otro genero típico del cine inglés, sorprende por el uso imaginativo de la puesta en escena y la representación de una sexualidad perversa y amenazadora.

Toda la galería de monstruos de la Universal ya había sido resucitada para 1962. En ese año, motivados por el fracaso de El Fantasma de la Ópera (Phantom of the Opera) de Terence Fisher, la Hammer decide incorporar a nuevos artistas que aporten su estilo propio (Freddie Francis, Roy Ward Baker, John Guilling, entre otros).

Con El Beso del Vampiro (Kiss of the Vampire / Kiss of Evil - Don Sharp 1963) comienza un nuevo período donde se rompe el típico esquema nihilista que se venía usando hasta ese momento. Aquí se empieza a desplazar la simpatía del espectador hacia el monstruo, lo cual se ira haciendo cada vez más explícito hacia el período final de la Casa, como puede verse en Las Mellizas del Diablo (Twins of Evil - John Hugh 1971), marcando así el grado de madurez que fue alcanzando el terror gótico a fines de los '60 y principios de los '70.

A partir de 1969 el terror de la Hammer transitará en parte los senderos de la parodia y el pastiche. Algunas de estas películas son tan extravagantes como Vampire Circus (Robert Young 1971) o Capitán Kronos: Cazador de Vampiros (Captain Kronos: Vampire Hunter - Brian Clemens 1972) que pueden ser consideradas films experimentales.

En los años '70 a medida que fue perdiendo el mercado internacional la productora llegaría a probarlo todo para intentar volver a sus épocas de gloria. Así surgen extraños pastiches como Kung Fu y los Siete Vampiros de Oro / Los Siete Vampiros de Oro (The Legend of The Seven Golden Vampires / The Seven Brothers Meet Dracula - Roy Ward Baker 1973).

El ciclo gótico comienza en 1957 con La Maldición de Frankenstein (The Curse of Frankenstein) dirigida por Terence Fisher y culmina en 1976 con La Monja Poseída (To the Devil a Daughter) de Peter Sykes.

En casi 20 años de actividad «la Casa de los Horrores» produjo 44 películas que forman una unidad compacta coherente e interrelacionada que se inscribe dentro de una tradición cultural genuinamente inglesa que es el gótico.

Una de las características esenciales de estos films es la artificialidad y su función es la de jugar con la suspensión de la credulidad del espectador. El espacio y el tiempo representados en las películas Hammer a través de la dirección artística de Bernard Robinson elude todo tipo de documentación histórica. El castillo de Drácula es un pastiche de elementos góticos y barrocos predominando gruesas columnas retorcidas que evocan un pasado que es en realidad una amalgama caótica. Con anacronismos tan disparatados como los peinados de las posaderas bávaras vestidas con sus trajes regionales, las pestañas postizas de una momia egipcia, o la batita que usa Ingrid Pitt tras su baño de sangre en La condesa Drácula (Countess Dracula) de 1970 dirigida por Peter Sasdy, no hacen más que indicar la naturaleza fantástica del producto. A pesar de esto, el terror de Hammer ha sido calificado de «realismo fantástico» por la fría lógica de la trama, siempre lineal pero llena de importantes elipsis, la tensa quietud de la cámara y el uso expresivo del color.

La saga de las películas sobre Frankenstein comienza con La Maldición de Frankenstein (Curse of Frankenstein) en 1957 dirigida por Terence Fisher quien se convirtió en el director estrella de la Casa. La trama se basaba en la figura del Barón Frankestein, papel que llevará a la fama a Peter Cushing quien lo seguiría interpretando en la mayoría de las secuelas. La criatura en esta ocasión es encarnada por Christopher Lee con un maquillaje diferente al de Karloff ya que la Universal conservaba los derechos sobre dicha caracterización. Dentro de un refinado ambiente gótico se destaca la incorporación de elementos de gore y sexo enfatizados por la inpactante fotografía en colores, ya que es el primer film de terror británico en color. Anteriormente lo había sido la película estadounidense Museo de Cera (House of Wax - Andre de Toth 1953).

En 1958 la historia continúa con La Revancha de Frankenstein (The Revenge of Frankenstein), nuevamente dirigida por Terence Fisher y protagonizada por Peter Cushing quien sobrevivió a la versión anterior y crea un monstruo con tendencias caníbales interpretado por Michael Gwynn.

La tercera y probablemente la más pobre de la serie es El Castigo de Frankenstein (The Evil Of Frankenstein - 1964), esta vez la dirección estuvo a cargo de Freddie Francis en su única incursión dentro de la saga de Frankenstein. Terence Fisher había sufrido un accidente automovilístico por el cual no pudo dirigir esta versión. El Barón de Cushing es un poco más humano. El maquillaje del monstruo (Kiwi Kingston) era mucho más parecido al diseñado por Jack Pierce ya que hubo un arreglo previo con la Universal. Esta vez el verdadero villano es Peter Woodthorpe como el hipnotizador borracho Zoltan, quien domina a la criatura utilizándola para sus propósitos.

En 1966 Fisher retorna a la serie dirigiendo Frankenstein creó a la Mujer (Frankenstein Created Woman). En este film Peter Cushing transplanta el alma de un joven injustamente ejecutado en el cuerpo de una muchacha deforme (Susan Denberg).

En Frankenstein Debe Morir / El Cerebro de Frankenstein (Frankenstein Must Be Destroyed - Terence Fisher 1969) el verdadero monstruo es Peter Cushing como un Barón Frankenstein totalmente sádico. La escena en la que el Barón transplanta el cerebro del Dr. Brandt en el cuerpo del Profesor Richter (Freddie Jones), es la más gore y la más truculenta del film.

Una remake en tono de comedia de The Curse of Frankenstein fue realizada en 1970 con el nombre de El Horror de Frankenstein (The Horror of Frankenstein). Fue dirigida por Jimmy Sangster, quien fue guionista de la versión original. Aquí no actuaba Peter Cushing y el papel de Dr. Frankenstein fue interpretado por Ralph Bates. El monstruo fue encarnado por David Prowse quien más tarde sería reconocido por su papel de Darth Vader en la trilogía de Star Wars.

La saga concluye en 1973 con Frankenstein y el Monstruo del Infierno (Frankenstein and the Monster from the Hell), para el que se convocó a parte del equipo creador del clásico estilo gótico, en donde David Prowse por segunda y última vez caracterizaría al monstruo. Esta fue la última obra maestra de la Hammer, el último film dirigido por Terence Fisher y también la última vez en que Peter Cushing interpretaría al Barón Frankenstein.

Debido al éxito de The Curse of Frankenstein, en 1958 la Hammer decide inaugurar su ciclo sobre Drácula con Horror of Dracula / Dracula también dirigida por Terence Fisher. El Conde Drácula sería encarnado por primera vez por el actor británico Christopher Lee. Su porte y su estatura, ayudado por los primeros planos de Fisher, lo convertirían en el nuevo ícono del género. Su caracterización incluía un par de lentes de contacto que enrojecían su mirada y afilados colmillos como los utilizados en las películas mexicanas de vampiros. Al comienzo el Conde tiene diálogos que pretenden aparentar serenidad y normalidad, pero gradualmente se va transformando en un ser mudo movido por su sed de maldad y sangre. Esto lo volvería más físico, más violento, resaltando así su diabólica y amenazante sensualidad. Al mismo tiempo, Christopher Lee subraya la nobleza del Conde valiéndose de su voz grave y de su refinada visión, dándole todo el morbo aristocrático de una clase corrupta y hedonista, diferenciándolo de la personificación de Bela Lugosi ya que su fuerte acento húngaro hacía notar más su foraneidad que su pertenencia a un determinado grupo social.

Su antagonista es Peter Cushing como un Profesor Van Helsing inflexible en su misión de aniquilar a los servidores de las tinieblas.

La atmósfera que la Universal había creado con sombras y penumbras, la Hammer la muestra en primer plano y a todo color. El uso de una exuberante fotografía en colores sirve para remarcar la significación simbólica de la sangre, mostrada en todo su rojo esplendor.

Como Christopher Lee no quería ser encasillado como un actor de terror, rechazó la propuesta para filmar la continuación de Horror of Dracula. Por tal motivo el guionista Jimmy Sangster creó a un discípulo del Conde, el barón Meinster (David Peel), para protagonizar Las Novias de Drácula (Brides of Dracula - Terence Fisher - 1960) donde Peter Cushing retorna como el Profesor Van Helsing. A pesar de la ausencia de Drácula este es uno de los mejores films del ciclo. Como en la mayoría de los títulos de la serie, se apoya en la sangre y la sexualidad con el agregado de subtemas como la homosexualidad, el incesto y el lesbianismo.


La verdadera continuación de Horror of Dracula llegaría en 1965 con Drácula, Príncipe de las Tinieblas (Dracula, Prince of Darkness), esta sería la última vez que Terence Fisher dirija una película de la saga. El film comienza con escenas del clásico final de Horror of Dracula situándonos en la continuidad de la trama. Christopher Lee vuelve a ser Drácula, pero esta vez sin pronunciar una palabra, como una figura oscura y amenazante que oculta toda su bestialidad. Peter Cushing abandona la serie por lo cual Van Helsing es reemplazado por monjes cazavampiros. A pesar de no ser una de las mejores incursiones de la Hammer en el tema, tiene su sello distintivo que hace que un film de bajo presupuesto se vea como una historia épica costosa.

La serie retoma su esplendor con Drácula Vuelve de la Tumba (Dracula Has Risen from the Grave - 1968). La dirección recayó sobre Freddie Francis, un antiguo director de fotografía quién creó una obra de pleno lirismo. Esta es probablemente la más clásica y mejor ambientada del ciclo. Aquí la puesta en escena pone un énfasis especial en elementos de puro terror gótico. El audaz argumento hace incapié en temas como la religión y la sexualidad, utilizando fuertes simbolismos religiosos, llegando a mostrar a un sacerdote vampirizado por Drácula.

Prueba la Sangre de Drácula (Taste the Blood of Dracula) fue dirigida por Peter Sasdy en 1969. Ahora la acción se translada a Londres donde Drácula es revivido dentro de una iglesia abandonada en un rito satánico. Esta escena y la de su destrucción dentro del recinto conforman los momentos más macabros. La principal falla de la película es argumental puesto que técnica y plásticamente está a la altura de sus predecesoras.

El declive dentro de la saga comienza con Las Cicatrices de Drácula (Scars of Dracula - Roy Ward Baker - 1970). Este es el último film de «época» ya que a partir del siguiente la acción se ubica en nuestros días. El Drácula de Christoper Lee acentúa su lado sádico y bestial apoyado por fuertes líneas de diálogo y asistido por murciélagos sobredimensionados al mejor estilo Universal. La película es en general confusa y deja notar el bajo presupuesto con el que fue realizada. La escena final es espectacular, Drácula es fulminado por un rayo caído del cielo, haciendo suponer un significado «divino».

En Drácula 1972 D.C. (Dracula A.D. 1972 / Dracula Today - Alan Gibson - 1972) los personajes son llevados al Londres de los primeros años '70, después de una gótica secuencia inicial situada en el tiempo clásico de la serie. A pesar de la actualización, Christopher Lee realiza una actuación digna, conservando el aspecto gótico y romántico del personaje, ayudado por el hecho de estar confinado dentro de una iglesia gótica desconsagrada; ya que si se hubiese situado en las calles londinenses era muy propenso a verse envuelto en situaciones cómicas. Peter Cushing hace su regreso a la serie como un descendiente del Van Helsing original.

El penúltimo film de la saga es Los Ritos Satánicos de Drácula (The Satanics Rites of Dracula - Alan Gibson - 1973) también conocido como Dracula is Dead and Well and Living in London / Count Dracula and his Vampire Bride. Chris Lee realiza su última aparición como Drácula aunque aquí se llama D.D. Denham y es un ambicioso magnate que quiere destruir el mundo con una plaga de su propia creación. La escena final nos muestra a un Drácula coronado de espinas a merced de una improvisada estaca sostenida por Peter Cushing.

En 1974 finaliza el ciclo de Drácula / Hammer con Kung Fu y los Siete Vampiros de Oro / Los Siete Vampiros de Oro (The Legend of the Seven Golden Vampires / The Seven Brothers Meet Dracula - Roy Ward Baker). En esta última intervención la Hammer se asocia a Run Run Shaw Brothers de Hong Kong, logrando un film rico en escenas de artes marciales pero que constituye una simple curiosidad dentro del género que nos interesa. Peter Cushing nos brindaría su clásico Van Helsing por última vez.

A partir del año 1962 con el cambio de política dentro de la Casa, la filmografía vampírica de la Hammer comienza a incorporar escenas de desnudos conservando la ambientación y temática gótica. Generalmente estas películas estaban inspiradas en Carmilla de Sheridan Le Fanu, famosa novela de vampiras lesbianas. Estas son : El Beso del Vampiro (The Kiss of the Vampire / Kiss of Evil - Don Sharp - 1963), Los Amores Del Vampiro (The Vampire Lovers - Roy Ward Baker - 1970), La Condesa Drácula (Countess Dracula - Peter Sasdy - 1971), Lust for a Vampire / To Love a Vampire (Jimmy Sangster - 1971), Las Mellizas del Diablo (Twins of Evil - John Hugh - 1971), Vampire Circus (Robert Young - 1972), Capitán Kronos: Cazador de Vampiros (Captain Kronos: Vampire Hunter - Brian Clemens - 1973).

El resto de los títulos góticos se completan con: The Man Who Could Cheat Death (Terence Fisher - 1959), La Momia (The Mummy - Terence Fisher - 1959), The Stranglers of Bombay (Terence Fisher - 1960), La Maldición del Hombre Lobo (The Curse of the Werewolf - Terence Fisher - 1960), El terror de los Tongs (The Terror of the Tongs - Anthony Bushell - 1961), Las Dos Caras del Dr. Jekyll (The Two Faces of Dr. Jekyll / House of Fright - Terence Fisher - 1960), El Fantasma de la Ópera (The Phantom of the Opera - Terence Fisher - 1962), The Old Dark House (William Castle - 1962), La Gorgona (The Gorgon - Terence Fisher - 1964), La Maldición de la Tumba de la Momia (The Curse of the Mummy's Tomb - Michael Carreras - 1964), Rasputin, el Monje Loco (Rasputin, the Mad Monk - Don Sharp - 1966), La Plaga de los Zombies (The Plague of the Zombies - John Gilling - 1966), El Reptil (The Reptile - John Gilling - 1966), The Witches / The Devil's Own (Carl Frankel - 1966), El Manto de la Momia (The Mummy's Shroud - John Gilling - 1967), The Devil Rides Out / The Devil's Bride (Terence Fisher - 1968), Las Manos del Destripador (Hands of the Ripper - Peter Sasdy - 1971), Dr. Jekyll y su Hermana Hyde (Dr. Jekyll and Sister Hyde - Roy Ward Baker - 1971), Sangre de la Tumba de la Momia (Blood from the Mummy's Tomb - Seth Holt / Michael Carreras - 1971), Demons of the Mind (Peter Sykes - 1972), La Monja Poseída (To the Devil a Daughter - Peter Sykes - 1976).

Corman + Poe + Price = gótico americano

A principios de los '60 la American International Pictures quería competir con el éxito creciente de Hammer Films, fue así que contrató a Roger Corman para dirigir una película basada en un relato de Edgar Allan Poe.

Roger Corman es un realizador americano que durante los años '50 escribía, dirigía y producía películas «clase B» sobre monstruos y ciencia ficción. El sentía que esta temática ya estaba agotada y por eso decide incursionar en un nuevo terreno: El Tenebroso Horror Gótico. El resultado fue La Caída de la Casa Usher / La Pavorosa Casa Usher (The Fall of the House of Usher / House of Usher - 1960). Este originó una década de films estrechamente emparentados, siempre basándose en relatos de Edgar Allan Poe. Las historias se situaban en castillos viejos, tenebrosos y mazmorras con herrumbrosos implementos de tortura. Estos eran casi siempre los mismos sets, solo que arreglados e iluminados de manera un poco diferentes. Según el mismo Corman: «...me servía de la niebla para disimular la ausencia del decorado, ya que en la mayor parte de los casos sólo teníamos detrás la pared del estudio». Gracias al uso del color, Corman acentuaba el sentido de ciertos detalles, logrando que sus films se vieran muy por encima del status «B». Las películas eran casi indistinguibles unas de otras. Por lo general los relatos de Poe fueron utilizados como base para crear otras historias que conservaban poco de la trama pero mantenían el espíritu del original. El insuperable protagonista de casi toda la serie es Vincent Price como un noble paranoico, obsesionado por antiguas maldiciones familiares o la idea de ser enterrado vivo.

En House of Usher Vincent Price interpreta a un Roderick Usher canoso, supersensitivo y recluido en la Casa tras haber enterrado viva a su hermana. Para esta película Roger Corman compró un galpón para incendiarlo en la escena final. Esta escena fue utilizada en varias de las películas posteriores.

Después del éxito de House of Usher el próximo relato de Poe llevado al cine fue El Foso y el Péndulo (The Pit and the Pendulum - 1961) del cual el guionista Richard Matheson solo toma el título y el elemento de tortura citado. En este caso Vincent Price recrea a un noble español que se vuelve loco al creer que ha enterrado a su esposa con vida y toma la personalidad de su padre, un inquisidor. La esposa supuestamente muerta es personificada por Barbara Steele en su primer aparición en el cine americano.

Vincent Price no protagoniza la siguiente película, ya que en El Entierro Prematuro (The Premature Burial - 1962), el rol principal es interpretado por Ray Milland. Aquí Corman vuelve a utilizar, de manera ampliada, los elementos típicos del ciclo: un mundo cerrado y enfermizo, una atmósfera romántica, el terror a ser enterrado vivo, las enfermedades hereditarias y un triángulo amoroso que deriva en una intriga criminal.

Para el próximo film el guionista Richard Matheson se basó en cuatro relatos de Edgar Allan Poe (MorellaLa Barrica de AmontilladoEl Gato Negro y Los Hechos en el Caso del Sr. Valdemar), dando como resultado el film Historias de Terror / Destinos Fatales (Tales of Terror - 1962). La película está dividida en tres cuentos, cada uno de ellos presentado por la voz en off de Vincent Price. En Morella Vincent es asesinado por su hija Lenora quién ha sido poseída por su difunta madre, Morella. La segunda historia es El Gato Negro (The Black Cat), que en realidad es la amalgama de dos cuentos: El Gato Negro y La Barrica de Amontillado. Comienza con un cómico concurso de catadores de vinos en el que compiten Fortunato (Vincent Price) y Montresor (Peter Lorre). Cuando Montresor descubre que Fortunato ha estado seduciendo a su esposa, los empareda en el sótano, sin notar que ha encerrado también al Gato Negro, quién será el encargado de vengar las muertes. El tercer cuento es El Caso del Sr. Valdemar (The Facts in the Case of Mr. Valdemar). Basil Rathbone interpreta al mesmerista Carmichael quién hipnotiza a Valdemar (Vincent Price) justo en el momento de morir, manteniéndolo así con vida en trance.


La siguiente película del ciclo está basada en la novela corta de Howard Phillips Lovecraft: El Caso de Charles Dexter Ward (The Case of Charles Dexter Ward). Para poder amalgamarla con el resto de la serie, Corman hizo que Price recite un poema extractado de La Caída de la Casa Usher, que se transformaría en el título del film: El Palacio Embrujado / El Palacio Encantado (The Haunted Palace - 1963). Este mantiene la temática y la estética oscura de las anteriores, logrando que el poema se convierta en una metáfora de la trama.

Con El Cuervo (The Raven - 1963), se produce un quiebre mediante la inclusión de la comedia. El interés fundamental de la película está dado por la presencia de tres de las más grandes estrellas del horror: Boris Karloff, Vincent Price y Peter Lorre. Como la filmación concluyó antes de lo esperado, Corman aprovechó los decorados y el contrato de Boris Karloff para filmar en tres días un desprendimiento de la serie Poe, así surgió El Terror (The Terror - 1963). Corman contrató a varios directores de segunda unidad, que no figurarían en los créditos, entre los que se destacan Francis Ford Coppola y Jack Nicholson, quién también lleva a cabo el rol protagónico.

La Máscara de la Muerte Roja (The Masque of the Red Death - 1964) fue filmada en Inglaterra. Es una de las más coloridas, con un despliegue visual poco común en la serie, dado por las impresionantes escenas del baile de máscaras, rica en personajes secundarios. Vincent Price interpreta a Próspero, un príncipe satánico que es la representación viva del mal. Ésta, junto con la última película de la saga La Tumba de Ligeia (The Tomb of Ligeia - 1964), demuestran el grado de madurez alcanzado por Roger Corman dentro del estilo. La Tumba de Ligeia se diferencia de las otras adaptaciones de Poe porque incluye varias escenas filmadas en exteriores. Como un resumen del ciclo, Corman fusiona elementos utilizados en sus películas anteriores: La Caída de la Casa Usher (de donde toma un Vincent Price hipersensitivo a la luz) y Cuentos de Terror (con la inclusión de un demoníaco Gato Negro).

Después de esta serie de películas sobre Poe, Corman decidió que era hora de cambiar. Pero Vincent Price seguía bajo contrato con la American International Pictures, por lo cual se vió obligado a seguir filmando en Inglaterra. El primero de estos films fue Cuando las Brujas Arden (The Conqueror Worm / The Witchfinder General - Michael Reeves - 1968). Esta historia sobre cacería de brujas no tenía nada que ver con Poe, sólo que sobre los títulos Vincent recita el poema The Conqueror Worm.

Tras la muerte de Michael Reeves por una sobredosis, el director americano Gordon Hessler se hizo cargo del siguiente proyecto sobre una adaptación de Poe: El Ataúd / La Caja Siniestra (The Oblong Box - 1969) contando con la participación de Christopher Lee en un rol menor.

La última incursión de Price y Hessler dentro del género es otra historia de brujería en el siglo XVI llamada El Grito de la Muerte (Cry of the Banshee - 1970).

Mundo gótico

Después que el género fue popularizado por Hammer durante los '60, algunos directores europeos (principalmente italianos y españoles) hicieron sus propios films góticos. Estas películas tomaban parte del estilo clásico británico, pero algunos realizadores demostraron creatividad y talento. Entre ellos podemos citar a Mario Bava quién en 1960 realiza La Máscara del Demonio (La Maschera del Demonio / Black Sunday / Revenge of The Vampire), película que reune un completo catálogo de imágenes y situaciones del género, filmadas con la impactante fuerza pictórica de las viejas cintas de terror en blanco y negro. Otros de los hallazgos del film es la espectral belleza de Barbara Steele en el doble rol de Asa, una bruja vampiro, y Katya, descendiente de la primera. A partir de esta actuación Barbara Steele se convertiría en la estrella femenina más importante del género.

Mario Bava dentro de su prolífica filmografía de horror incluye otros títulos dentro del tema como Las Tres Caras del Miedo (Sábado Negro / Black Sabbath / I Tre Volti Della Paura - 1964), dónde Boris Karloff realiza su primera y única personificación de un vampiro, y Barón Sangriento (Baron Blood / Gli Orriori del Castello di Noremberga - 1972), entre otras.

Otro realizador que hizo su aporte al gótico italiano es Riccardo Freda con la ópera-terror I Vampiri (The Devil's Commandment / Lust for a Vampire - 1956) y la perversa L'Orribile Segreto del Dottore Hichcock (The Horrible Dr. Hichcock - 1962), protagonizada por Barbara Steele.

A principios de los '60 en Francia nació una tendencia de films basados en Carmilla de Sheridan Le Fanu. Esta especie de cuentos de hadas surrealista con sangre, colmillos y mujeres desnudas comienza con Et Mourir de Plaisir (Blood and Roses - 1960) escrita y dirigida por Roger Vadim. Otros prestigiosos directores como Jean Rollin se unieron a esta corriente con películas visualmente hermosas pero con poco o nada de guión como son: La Reine des Vampires / Le Viol Du Vampire (Vampire Women - 1968), La Vampire Nue (The Nude Vampire - 1969), Le Frisson des Vampires (Sex and The Vampire - 1970), Requiem Pour un Vampire / Vièrges Et Vampires (Virgins and Vampires / Caged Virgins / Crazed Vampire / Dungeons of Terror - 1971) y Lèvres de Sang (1975).

En España también se dio un auge del cine de horror en esa época. Dentro del gótico se destaca la adaptación de la novela de Bram Stocker por Jess Franco El Conde Drácula (Count Dracula - 1970). Se suponía que ésta iba a ser la adaptación más fiel a la novela. Tras la serie de películas Hammer sobre el personaje de Drácula, Christopher Lee encarna a un Conde que comienza envejecido y que va rejuveneciendo a medida que prueba la sangre de sus víctimas.

Dentro del género que nos interesa, también se puede mencionar otro clásico de Jess Franco, el film de 1962 Gritos en la Noche / L'horrible Dr. Orloff (The Awful Dr. Orloff) y La Orgía Nocturna de los Vampiros (The Vampire's Night Orgy - 1973) de Leon Klimovsky.

En América, fuera de los Estados Unidos, el país que tuvo una filmografía de horror más prolífica fue México, dónde se filmaron todo tipo de películas del género. Especificamente góticas podemos citar a El Vampiro (Fernando Méndez - 1957), film totalmente precursor, ya que es la primera vez que aparece un vampiro con colmillos (Christopher Lee los usaría un año después). También lo son su secuela El Ataúd del Vampiro (Fernando Méndez - 1957) y El Mundo de los Vampiros (Alfonso Corona Blake - 1960) que trata al vampirismo como una secta, y que podría ser considerada como un claro ejemplo del terror mexicano. Aparte de los vampiros se realizaron películas sobre leyendas folklóricas típicamente mexicanas como el caso de La Maldición de la Llorona (Rafael Baledón - 1961), que mezcla el terror gótico con el melodrama.

El gótico actual

Tras estas dos décadas de esplendor, el horror gótico ha sido gradualmente reemplazado por otros subgéneros como el Gore y el Splatter. Muy pocas películas se realizaron en los años posteriores. En 1979 se filmaron las remakes de dos clásicos: Nosferatu y Dracula.

Nosferatu (Nosferatu, Phantom der Nacht / Nosferatu, the Vampyre / Nosferatu, the Phantom of the Night) fue escrita, producida y dirigida por el alemán Werner Herzog. Esta remake en color mantiene la calidad y la oscura estética del original. Klaus Kinski es adecuadamente maquillado para verse como el Conde Orlock de Max Schreck, logrando una interpretación memorable. Este film está muy lejos del estilo comercial de Hollywood, siendo una verdadera obra de arte dentro del horror contemporáneo que debe ser tomada muy en serio, mucho más que Dracula de John Badham. Esta versión es aterradoramente teatral, protagonizada por Frank Langella como un héroe trágico y romántico con una hipnótica mirada de fuego y una voz profunda que induce al trance. La mayor crítica que se le hace a esta película es la falta de colmillos y de sangre, e intentar comparar la actuación de Frank Langella con las clásicas de Bela Lugosi y Christopher Lee.

Dentro del variado panorama del cine de horror en los años '80, abundante en parodias, comedias y espectaculares efectos especiales, sólo podemos destacar dentro del subgénero que nos importa el film británico del año 1986 Gothic dirigido por Ken Russell. La película trata sobre los hechos acontecidos una noche de Junio de 1816 en la residencia suiza de Lord Byron, en la que se encontraban reunidos Mary Shelley, su esposo Percy y el Dr. John Polidori. Bajo el efecto de drogas y alcohol se dedicaron a relatar historias de fantasmas entre las que surgieron Frankenstein de Mary Shelley y El Vampiro de John Polidori. El film transcurre dentro de un clima gótico-alucinatorio con una cuidada fotografía y puesta en escena.

El único autor moderno que incursionó con continuidad dentro del género gótico es Tim Burton. Ex animador de los estudios Disney, admirador de Vincent Price y de las películas sobre Poe, reflejó todo su mundo oscuro y fantástico en sus posteriores realizaciones. El fue responsable de la multimillonaria versión de Batman del año 1989. Batman podría ser considerado como un film «post-gótico o «neo-gótico» ya que transcurre en un tiempo indefinido y en una ciudad moderna, pero que conserva todas las características de una escenografía gótica clásica, donde los castillos medievales son reemplazados por imponentes edificios sumidos en sombras macabras. Gotham City es una transposición de Metropolis de Fritz Lang, donde se mezcla la estética gótica con la de los años `30 y con la fascista. El guión se basó en los comics El Regreso del Caballero de la Noche (Dark Night Return - Frank Miller - 1986) y La Broma Asesina (The Killing Joke - Alan Moore / Brian Bolland - 1988), donde se muestra a un Batman totalmente oscuro y nihilista. Esta caracterización de personajes con mundo interior perturbado y turbulento, se acerca a los arquetipos clásicos del género. La relación Batman - Joker, Joker - Batman en la cual cada uno existe en función del otro y viceversa, hace recordar las antinomias clásicas: Drácula - Van Helsing y Dr. Frankenstein - El Monstruo.

Tras el éxito de taquilla de Batman, el próximo proyecto de Burton fue más personal. Basándose en una idea propia concibió El Joven Manos de Tijera (Edward Scissorhands - 1990). Esta es una surrealista y hermosa variación del mito de Frankenstein que bajo la inocente apariencia de un cuento de hadas se esconde un sustrato mucho más retorcido y perverso. Edward (Johnny Deep) es la creación de un científico anciano interpretado por Vincent Price, en una póstuma y breve aparición, quién muere antes de finalizarla, dejándole en lugar de manos filosas tijeras. El Joven Manos de Tijera queda así sólo, aislado en su castillo gótico del cual es arrancado y llevado a convivir con una familia en un pueblo típico americano. Allí descubrirá que sus manos le impiden acercarse a todo aquello que lo atrae, destrozando todo lo que toca.

La Warner Brothers decidió hacer una secuela de Batman. Burton al principio no estaba del todo seguro de formar parte del proyecto, pero luego de ver varias veces Batman sintió que podía mejorarlo ahondando más en los personajes. Así se concretó Batman Vuelve (Batman Returns - 1992). Esta es una película de horror pero no de terror, donde la tragedia será el desencadenante de todas las situaciones. Los tres personajes principales sufren experiencias traumáticas que cambiarán para siempre su vida, tanto de niño, como Batman y el Pingüino, o de adulto, como Gatubela. Esto los llevará a mostrar una doble personalidad, como el Dr. Jekyll & Mr. Hyde, donde se exhiben la deformidad, la anormalidad y los demonios interiores, con toda la poética de lo gótico. Es una historia de personajes opuestos condenados a no entenderse, de perdedores condenados a la soledad; de personajes tan ambiguos donde el bueno no es tan bueno y el malo no lo es tanto.

Mientras dirigía Batman Vuelve, Burton tenía en producción la que sería su última película en el género: El Extraño Mundo de Jack (Nightmare Before Christmas - 1994). A pesar de ser un típico film burtoriano la dirección la llevo a cabo Henry Selick, utilizando la antigua técnica de animación cuadro por cuadro o stop motion. El film es cercano a una ópera dónde la banda sonora tiene una importancia fundamental. El guión se basa en un poema de Tim Burton, por lo tanto los personajes tienen las características de su mundo: son seres solitarios que intentan cambiar su realidad moviéndose entre escenografías que remiten al expresionismo alemán. Jack es un esqueleto, rey de la tierra de Halloween, un solitario depresivo, aburrido de la rutina de asustar a la gente, quién decide secuestrar a Santa Claus para realizar una navidad a su propio modo.

En los '90 se dio un resurgimiento del cine de vampiros. Una de las películas precursoras fue Subespecies (Subspecies - Ted Nicolaou - 1991). A pesar de tener un bajo presupuesto el resultado es un film muy interesante, que toma arquetipos de películas clásicas, por ejemplo el vampiro Radu que está obviamente inspirado en el conde Orlock de Nosferatu. Fue filmado en escenarios naturales de Transilvania, logrando así un gótico realista ya que muestra rituales folklóricos propios del lugar. Tiene dos secuelas: La Piedra Sangrienta (Blood Stone: Subspecies II - Ted Nicolaou - 1993) y Blood Lust: Subspecies III (Ted Nicolaou - 1993).

Sin duda la película gótica más importante de esta época es la versión de Francis Ford Coppola de Bram Stocker's Dracula (1992). Ya desde el título prometía ser la lectura cinematográfica más fiel a la novela, cosa que se cumple en parte, ya que se exagera el lado romántico de la misma. Tanto en la trama como en su desarrollo, la película conserva la estructura de la novela, pero la diferencia está dada en el tratamiento que hace de los personajes y de la historia. Aquí los personajes son tan ambiguos como en Batman Vuelve, lo cual nos hace pensar en una nueva clase de héroe/antihéroe gótico, ya que Drácula es el malo que goza con el mal por despecho y venganza, y al mismo tiempo es el bueno que sufre por amor. Esta dualidad también está dada en el personaje de Van Helsing (Anthony Hopkins), distanciándolo del clásico de Peter Cushing, porque al estar tan obsesionado por el mal llega a parecer él mismo el malo de la película. La historia trata sobre el Príncipe Vlad, guerrero medieval, que por su romántica desesperación se transforma en un monstruo, y que gracias a la supervivencia del amor durante cuatro siglos retoma su condición humana. Gary Oldman personifica a un Drácula inédito que sufre todo tipo de transformaciones físicas. Utiliza su apariencia monstruosa para atacar a sus víctimas y deja su forma humana para seducir a Mina (Winona Ryder), alejándose del modelo impuesto por Bela Lugosi y Christopher Lee que eran siempre humanos. En realidad la película refleja la suma de setenta años de Drácula en el cine, homenajeando todos los recursos que se fueron utilizando durante todo ese tiempo.

Francis Ford Coppola anunció que tenía intenciones de realizar una versión definitiva de la novela de Mary Shelley: Frankenstein. Al final sólo terminó coproduciendo Frankenstein de Mary Shelley (Mary Shelley`s Frankenstein - 1994). La dirección recayó en Kenneth Branagh, actor y director de versiones cinematográficas de William Shakespeare. Branagh también asumió el rol protagónico de un Victor Frankenstein narcisista y obsesivo, con ciertos aspectos mucho más cercanos al modelo literario que al arquetipo representado por Peter Cushing. Para interpretar al monstruo se eligió a un actor con peso dramático como es Robert De Niro. Su criatura de Frankenstein es como un niño rechazado, que quiere amor, que lo valoren y no logra conseguirlo. Es un personaje ambiguo, por momentos terrorífico y vengativo y por momentos demuestra una ternura casi infantil.

La película es un gótico cuento de horror oscuro, pero que describe de manera conmovedora las relaciones humanas entre los personajes.

Otra pieza de horror neogótico es El Cuervo (The Crow - Alex Proyas - 1994), que lo tiene todo para convertirse en una película de culto. Su protagonista Brandon Lee muere en un accidente durante el rodaje y para finalizar el film se utilizaron imágenes generadas por computadora, paradójicamente el personaje que interpreta, Eric Draven, vuelve de la muerte guiado por un cuervo para vengar el asesinato de su novia y el suyo propio. Aquí se presenta otra vez el nuevo héroe/antihéroe gótico convertido en un ángel de la muerte, movido por la venganza, que valiéndose del maquillaje acentúa sus facciones demoníacas. Su móvil es al igual que en Drácula, en Batman y en El Rostro de la Venganza (Darkman - Sam Raimi - 1990), el dolor por la muerte de un ser querido que lo lleva a querer corregir lo incorregible.


El clima de todo el film es opresivo, en ningún momento deja de llover, dándole principal importancia a lo oscuro, lo nocturno y lo oculto. En 1996 se filmó una continuación llamada El Cuervo II: Ciudad de Ángeles" (The Crow II: City of Angels - Tim Pope).

La última gran película gótica es la versión fílmica de la novela de Anne Rice Entrevista con el Vampiro (Interview with the Vampire - Neil Jordan - 1994). Tras varios años de películas de vampiras lesbianas, por primera vez una superproducción de Hollywood muestra vampiros con tendencias homosexuales (como antecedente podemos citar La Danza de los Vampiros [The Fearless Vampire Killers - Roman Polanski - 1967]). Esto se ve claramente por ejemplo en la escena en que Lestat (Tom Cruise) seduce a Louis (Brad Pitt). La película resalta los costados homoeróticos y sensuales del mito vampírico, filmados con una cuidada fotografía y reconstrucción de época. La historia esta narrada desde el punto de vista del vampiro y no de sus víctimas, ya que es Louis quién dos siglos más tarde de haberse convertido en vampiro, decide relatar su triste y sensual historia de vicio, terror, placer, dolor, deseo, éxtasis y amor, a un joven reportero (Christian Slater).

A pesar de los cambios surgidos por el paso del tiempo, el gótico se mantiene vigente. Hay espectadores que prefieren las películas del período clásico a las actuales, pero lo cierto es que el género ha sido siempre el mismo que ha ido evolucionando, pero manteniendo vivo su espíritu, que despierta nuestro lado más oscuro y melancólico.