domingo, 23 de septiembre de 2018

Cuando Steven Spielberg creía en los ovnis (Curiosidades de Encuentros en la tercera fase)


Los científicos asisten al aterrizaje de la gran nave nodriza en la base secreta de la Torre del Diablo, en Wyoming, al final de 'Encuentros en la tercera fase'.
El ingeniero eléctrico sacó a su primogénito de la cama. Sin quitarle el pijama, lo metió en el coche. Quería que el niño, de once años, viera un cometa que pasaba cerca de la Tierra. Salieron de Phoenix (Arizona) y se adentraron en el desierto de Sonora. Media hora más tarde, estaban tumbados en la arena sobre una manta, rodeados de decenas de personas con la mirada clavada en el cielo. No vieron el cometa prometido, pero sí una espectacular lluvia de estrellas. El pequeño volvió a casa encantado. Se hizo con un telescopio, empezó a leer ciencia ficción, disfrutó con películas como Ultimátum a la Tierra (1951) y Planeta prohibido (1956), se sintió fascinado por el fenómeno de los platillos volantes y, veinte años después, localizó en el desierto de Sonora el inicio de su obra más largamente soñada.
Cuando Steven Spielberg (Cincinnati, 1946) estrenó Encuentros en la tercera fase el 15 de noviembre de 1977, creía que el contacto con seres de otros mundos era inminente. “En los 70 estaba absolutamente convencido de que estábamos siendo visitados por extraterrestres”, reconocía en agosto de 2005. Encuentros es la versión comercial de una película, Firelight (Luz de fuego), que había rodado con sólo 16 años, un presupuesto de 500 dólares y amigos y familiares como actores. Su estrenó en marzo de 1964 en Phoenix se había saldado con un beneficio de un dólar y con el joven Spielberg empeñado en trasladar la cinta de 8 milímetros a la pantalla grande.
Spielberg, con 16 años, prepara el rodaje de un despegue para 'Firelight'. Foto: Archivo de Steven Spielberg.









El éxito de Tiburón (1975) le ofreció la oportunidad de hacerlo cuando todavía no había cumplido 30 años. En un principio pensó en titular la película Watch the skies!(¡Vigilad los cielos!), por la frase final de El enigma de otro mundo (1951). Al final optó por Close encounters of the third kind(Encuentros cercanos del tercer tipo, literalmente). Como casi todo en el filme, el título tiene su origen en la subcultura ufológica, de la que el realizador se empapó en su adolescencia y juventud.
El astrónomo Joseph Allen Hynek, de la Universidad del Noroeste, había sido durante más de veinte años asesor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la investigación de casos de platillos volantes cuando, a finales de los 60, se cayó del caballo de la incredulidad para convertirse en el padre de la ufología científica. En 1972 publicó The ufo experience (La experiencia ovni), libro en el que divide los avistamientos en observaciones lejanas y cercanas, siendo estas últimas las que tienen lugar a menos de 150 metros del testigo. Dentro de las primeras, distingue las luces nocturnas, los discos diurnos y los objetos detectados por radar, y entre las segundas están los encuentros cercanos del primer tipo -el objeto no interactúa ni con el testigo ni con el entorno-, los del segundo tipo -deja pruebas en forma de huellas, quemaduras…- y los del tercer tipo –se ve a los tripulantes–, que dan el título original a la película, mal traducido al español como Encuentros en la tercera fase.
Joseph Allen Hynek, en 'Encuentros en la tercera fase'.Ufólogos en la ONU
Nada más enterarse por la prensa del proyecto de Spielberg, Hynek le escribe para expresarle su malestar. “Aparentemente el título ha sido tomado de mi libro The ufo experience“, le dice en una carta el 8 de enero de 1976. Días después, el cineasta le explica que el título se lo ha sugerido un amigo tras leer el libro y que va a exigir a los miembros del equipo creativo de la película que lo lean. El ufólogo recibirá 10.000 dólares en concepto de derechos cinematográficos y otros 1.500 como asesor técnico. Además, saldrá en la película 8 segundos abriéndose paso, con su característica pipa, entre los asistentes al encuentro con los visitantes en la base de la Torre del Diablo (Wyoming) y conseguirá que Columbia pague 20.000 dólares por 2.000 suscripciones al boletín de su Centro para el Estudio de los Ovnis. Excepto los discos diurnos, que hubieran matado la sorpresa final, en la película se suceden los demás tipos de encuentros, basados en casos reales con la excepción de la abducción del niño y el apoteósico primer contacto.
Hynek no es el único ufólogo involucrado en Encuentros. Claude Lacombe, el personaje interpretado por François Truffaut que descubre el lenguaje musical de los visitantes, está inspirado en Jacques Vallée, ufólogo galo y colaborador del autor de The ufo experience. En julio de 1978, Hynek, Vallée y el también francés Claude Poher se reúnen en Nueva York con Kurt Waldheim, secretario general de la ONU, para informarle sobre los ovnis. En noviembre, Hynek pide ante la Asamblea General de la ONU que se cree una agencia multinacional para su estudio. En su opinión, detrás del fenómeno hay “alguna forma de inteligencia”.
Roy Neary, rodeado por los extraterrestres en 'Encuentros en la tercera fase'.








Es lo que piensa gran parte de la opinión pública en los años 70, cuando los gobiernos todavía mantienen el secreto sobre sus investigaciones de visiones de ovnis. Ahora sabemos que en los archivos de la CIA, el FBI y el Ejército del Aire español no hay extraterrestres, sino en el mejor de los casos testigos impresionables que toman estímulos convencionales -planetas, estrellas, faros de coches…- por naves de otros mundos y pruebas militares convenientemente ocultas tras la cortina de humo extraterrestre. Como pasó en Canarias el 5 de marzo de 1979, cuando decenas de miles de personas presenciaron un espectáculo nocturno causado por el lanzamiento de un misil desde un submarino estadounidense, pero en los medios se habló de ovnis durante años.
El triángulo de las Bermudas
Steven Spielberg coge la idea de la investigación gubernamental y las abducciones, en aquella época algo marginal en la ufología, y las combina con otro misterio de moda, el de las desapariciones del triángulo de las Bermudas. Al principio de Encuentros, aparecen en el desierto de Sonora, intactos, cinco aviones torpederos desaparecidos durante un vuelo de entrenamiento cerca de Florida el 5 de diciembre de 1945. Al final del filme, los tripulantes de ese escuadrón, el Vuelo 19, bajan de la nave nodriza que aterriza en la Torre del Diablo sin que por ellos haya pasado el tiempo.
Hallazgo de los aviones del 'Vuelo 19' en el desierto de Sonora en 'Encuentros en la tercera fase'.
El misterio del triángulo de las Bermudas no existió fuera de los libros de Charles Berlitz, nieto del fundador de las academias de idiomas que se hizo millonario con el montaje. Él y otros autores de su escuela tergiversaron sucesos reales para rodear la región -un triángulo imaginario con vértices en Florida, Bermudas y Puerto Rico- de un aura de misterio, llegando a inventarse accidentes que nunca ocurrieron. En el caso del Vuelo 19, ocultaron a sus lectores que se trataba de una misión de adiestramiento en orientación sin instrumental y que una cadena de errores llevó a los pilotos a perderse hasta que se les acabó el combustible sobre el Atlántico.
Encuentros no es ciencia ficción; son hechos científicos”, dijo Spielberg al actor Bob Balaban en marzo de 1976 cuando le propuso participar en el filme. Hace años que no piensa así. Ya no cree que nos visiten seres de otros mundo por, entre otras razones, la falta de pruebas: en un mundo lleno de videocámaras, las imágenes de ovnis siguen siendo tan malas como las de los 50 y 60. Pero nada de eso quita mérito a Encuentros, la mejor película sobre el mito de las visitas extraterrestres, una obra maestra que costó 20 millones de dólares y recaudó 300.

¿Sabía qué…?

George Lucas, Steven Spielberg y François Truffaut, en Mobile, durante el rodaje de 'Encuentros en la tercera fase'.







Spielberg ganó millones con… La guerra de las galaxias
George Lucas visitó en julio de 1976 el hangar de Mobile (Alabama) donde se rodaba el desembarco alienígena final. Estaba convencido de que la película de su amigo iba a ser un taquillazo, no como la que él estaba acabando. “Te daré el 2,5% de mis beneficios de La guerra de las galaxias si me das el 2,5% de los tuyos de Encuentros en la tercera fase“, propuso a Steven Spielberg. Aceptó e hizo un gran negocio.
R2D2 viaja en la nave nodriza de la Torre del Diablo
R2D2 es una de las miniaturas escondidas en la inmensa nave que aterriza en la Torre del Diablo. Visible cuando el ovni pasa sobre la madre del niño abducido, es una broma del diseñador Ralph McQuarrie, creador también del universo visual de Star wars, incluidos Darth Vader, C-3PO y R2D2. La maqueta está en el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto Smithsoniano, en Washington
300 combinaciones de 5 notas
Trescientas combinaciones de cinco notas presentó John Williams a Spielberg para el saludo musical de los alienígenas. Eligieron la ahora inconfundible re-mi-do-do-sol. En la jam session final, la nave nodriza se expresa a través de una tuba y un oboe; los humanos, mediante sintetizadores.
Los grises se impusieron al resto de los extraterrestres
El niño Cary Guffey y el extraterrestre de 'Encuentros en la tercera fase'.






Aunque ya había en la historia de la ufología extraterrestres grises de ojos almendrados, Encuentros hace que este modelo desbanque al resto -desde gigantes rubios hasta enanos peludos- en la imaginería ovni. Carlo Rambaldi diseña el rostro del jefe de los alienígenas basándose en fotos de Cary Guffey, el niño abducido, para transmitir la amabilidad que buscaba Spielberg en los visitantes.
Night skies, la secuela que nunca existió
Encuentros sacó de la bancarrota a Columbia, que pidió a Spielberg una secuela. Les ofreció en principio Night skies (Cielos nocturnos), una terrorífica historia de una familia asediada por violentos extraterrestres en un pueblo de la América profunda. Basada en un caso ovni de 1955, en el que unos gañanes se liaron a tiros con unos alienígenas que en realidad eran búhos, al final Spielberg renunció a rodarla porque, después de En busca del arca perdida, quería algo más tranquilo. Así nació ET.

Fuente: Magonia

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Rock, James, Cary, Montgomery... el Hollywood que vivió en el armario


Esta semana se cumplen 30 años de la muerte de Rock Hudson y 60 de la de James Dean. Del primer ya sabemos que era homosexual, al segundo siempre le persiguió el rumor. Pero no eran los únicos.
Por Thais Morales
 
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Cary Grant y Randolph Scott. De cara a la galería, buenos amigos.
© Cordon Press

Tal día como hoy en 1955 el mundo se despertó con un ídolo menos: James Dean. Y el 2 de octubre, viernes, se cumplirán 30 años desde que el mundo perdió a Rock Hudson. El actor, protagonista de Pijama para dos y Gigante (junto a Dean) murió a los 59 años a consecuencia del sida, tres meses después de haber anunciado que padecía esta enfermedad en una rueda de prensa en París. Hudson, prototipo del hombre viril estadounidense durante los años cincuenta y sesenta, fue la primera estrella conocida que mantuvo su homosexualidad escondida y sucumbió al SIDA. Coincidiendo con este luctuoso aniversario, repasamos los armarios de la edad de oro de Hollywood y a un grupo de actores que, como el propio Hudson, se vieron obligados a llevar una doble vida: de cara a la galería eran estrellas dentro del star system que llevaban la vida clásica que el público esperaban de ellos. Pero de puertas hacia adentro llevaban la vida libre y verdadera que ellos esperaban de sí mismos.

Rock Hudson (1925-1985)

El pasado mes de abril Lee Garlington, extra de cine y corredor de bolsa jubilado, rompió su silencio en la revista People y confesó que había sido amante de Rock Hudson desde 1962 hasta 1965. Y explicaba cómo ocultaban aquella relación yendo juntos a estreno de cine, aunque con mujeres como acompañantes, o apagando el motor del coche en el último tramo de calle donde vivía el actor para que los vecinos no le oyeran no le vieran llegar por la noche. «Nadie en su sano juicio habría salido del armario en aquella época. Habría sido un suicidio profesional», aseguraba Lee.

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Hudson, con su 1,95 de altura, fue uno de los intérpretes más adorados por ejércitos de fans que jamás le habrían perdonado su homosexualidad. Consciente de esta realidad, los productores le inventaban relaciones con Natalie Wood, Gina Lollobrigida o Liz Taylor. Su representante, Henry Wilson, le buscó una esposa (su secretaria, Phillys Gates) cuando a mediados de los cincuenta empezó a rumorearse que el viril Hudson podría ser homosexual. La pareja se casó en 1955, pero aquel matrimonio tenía las horas contadas. En 1958 Rock y Phillys se separaron. El divorcio le costó a Rock Hudson unos cuantos millones para evitar que Phyllis explicara detalles de su vida sentimental.

Ramón Novarro (1899-1968)

El primer actor mexicano que logró éxito en Hollywood fue una de las mayores estrellas del cine mudo, cuyo papel en Ben Hur (la versión de 1925) causó sensación a causa de su escueto vestuario. A Novarro el paso al cine sonoro no le provocó ningún complejo o problema. Al contrario. En 1931 rodó junto a Greta Garbo el clásico Mata Hari. Pero mientras los focos le eran favorables y él se convertía en el «latin lover» por excelencia, su vida privada era una tormenta de contradicciones y angustia por el conflicto que vivía entre su catolicismo exacerbado y su homosexualidad.

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© Cordon Press
 
A partir de mediados de los años treinta su carrera empezó a decaer al negarse a contraer matrimonio para acallar los rumores sobre su tendencia sexual. Novarro, del que se dice que vivió un intenso idilio con Rodolfo Valentino, murió asesinado en 1968 por dos jóvenes que se dedicaban a la prostitución y que lo mataron pensando que en su casa iban a encontrar una cuantiosa suma de dinero. Sólo hallaron un botín de 45 dólares.

Cary Grant (1904-1986)

Este precursor de George Clooney, uno de los actores preferidos de Hollywood desde los años treinta hasta los sesenta, mantuvo una discreta vida privada y, según señalan varios autores, mantuvo en secreto su supuesta homosexualidad. William McBrien, en su biografía sobre el músico de jazz Cole Porter, dice que éste y Grant eran asiduos de una casa de citas de hombres que estaba en el Harlem neoyorquino.

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© Cordon Press
 
Recientemente se ha presentado un documental de la directora Gilian Armstrong, titulado Women he’s undressed que revela cuál fue uno de los primeros amores del protagonista de Historias de Filadelfia, Arsénico por compasión o Atrapa a un ladrón: el australiano Orry-Kelly, diseñador de vestuario, que ganó tres Oscar y que conoció a Grant cuando llegó a EEUU. Los dos vivieron en el Greenwich de Nueva York antes de triunfar en sus respectivas carreras, antes de que Cary, obsesionado por ocultar su homosexualidad, abandonara a su amante y se casara con la primera de sus cinco esposas.

Otro de los grandes amores del actor fue el intérprete Randolph Scott, con quien supuestamente vivió un romance intermitente que duró doce años. Sin embargo y a pesar de que la columnista de Hollywood Hedda Hopper se refirió en más de una ocasión a su bisexualidad, algunas de sus exmujeres y su única hija, Jennifer, siempre han negado que Cary fuese gay.

Tyrone Power (1914–1958)

Tenía 44 años cuando murió durante un rodaje por un fallo cardiaco fulminante. Y dejaba tras de sí una estela de amantes –hombres y mujeres– considerable. Su grupo de amigos gays no era un grupo cualquiera. Incluía al director George Cukor, a actores como Cary Grant y al magnate bisexual Howard Hughes. Entre sus romances se cuentan el compositor Lorenz Hart y su colega César Romero, aunque todos los libros que se han escrito sobre él coinciden al decir que el gran amor de su vida fue un modesto técnico que trabajaba en la 20th Century Fox, con quien vivió una relación sentimental que duró décadas.

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© Cordon Press
 
Pero, como muchos actores de aquellos años, Tyrone pasó por el altar para satisfacer a las productoras que lo contrataban. Se casó en 1938 con la estrella francesa Annabella, con la que rodó la película Suez; en 1949 le dio el «sí, quiero» a Linda Christian, madre de sus dos hijas Romina (1951) y Taryn (1953); y en 1958, a Debbie Smith.

Nueve meses después de la boda, nació Tyrone Power Jr., el hijo póstumo del actor, que murió en Madrid, el 15 de noviembre de 1958, durante el rodaje de Salomón y la reina de Saba. Como explica el gigoló Scotty Bowers en su libro Servicio completo. La secreta vida sexual de las estrellas de Hollywood: «Las mujeres se derretían por él y se acostaba con ellas, pero prefería con mucho a los hombres. Me llamaba a menudo y me pedía que le mandara a un jovencito».

Montgomery Clift (1920-1966)

Algunos papeles que interpretó, como el de Mathew Garth, en el western Río Rojo, son la causa de que Montgomery Clift se convirtiera en un icono gay. Patricia Bosworth, su biógrafa, escribió que «antes del accidente de coche que sufrió en 1956, mantuvo numerosos idilios con hombres y con mujeres». Aquello cambiaría tras el siniestro, que empujó al protagonista de Un lugar en el sol, Yo confieso y De aquí a la eternidad a una adicción incurable por los fármacos y el alcohol, que le acompañaría hasta su muerte en 1966.

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© Cordon Press

Entre esa lista de amantes están el coreógrafo de West side story, Jerome Robbins y su secretario, Lorenzo James. «Nunca admitió conmigo que era homosexual, y yo fuí su amante. Puede parecer extraño, pero no estoy seguro de que fuera exclusivamente homosexual, puesto que era capaz de mantener relaciones eróticas con personas de los dos sexos».

Dirk Bogarde (1921-1999)

Si hay un papel asociado a este actor británico, éste es el del compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach de la película de Luchino Visconti Muerte en Venecia (1971), obsesionado con el adolescente y andrógino Tadzio. Pero Bogarde, que había participado en la Segunda Guerra Mundial, se hizo popular en los años cincuenta, gracias al papel de Simon Sparrow, el elegante médico de la serie Doctor in the house (El médico en casa), antes de interpretar papeles más exigentes en filmes como Portero de noche o Víctima. Precisamente en esta última cinta, estrenada en 1961, Dirk encarnaba a un abogado de éxito, a punto de convertirse en juez, que, aunque está casado, es gay.

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© Cordon Press
 
Bogarde nunca contempló la posibilidad de contraer matrimonio en la vida real para ocultar su homosexualidad, un hecho que, probablemente, hizo que en Hollywood le dieran pocos papeles, y mantuvo una larguísima relación con su manager, Anthony Forwood. Antes de morir, hizo desaparecer la mayor parte de sus papeles personales, sus fotografías y sus cartas. Lo único que salvó de la quema fue una colección de películas caseras, que grabó desde finales de los años cincuenta hasta los setenta y que muestran escenas de su vida cotidiana al lado de Forwood, que murió en 1987.

James Dean (1931-1955)

El mito rebelde de Hollywood siempre ha estado envuelto en polémicas acerca de su tendencia sexual. Pero el guionista William Blast ha sido bastante claro al respecto en su biografía Sobreviviendo a James Dean (2006), cuando explica que estuvo saliendo con James cinco años, que fueron compañeros de habitación y que mantuvieron relaciones sexuales. «Fui a la Universidad de Winsconsin y posteriormente me trasladé a la Universidad de California, en Los Ángeles. Allí me convertí en el amigo íntimo y compañero de habitación del todavía desconocido y próximo actor James Dean».

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Aqui James Dean en una foto totalmente inocente y sin relacion con el resto del articulo.
 
También Paul Alexander, autor de la biografía de Dean Boulevard of broken dreams (1995), ha asegurado que James Dean era homosexual y que los primeros intentos del actor por acceder al mundo de Hollywood estuvieron vinculados a algunas relaciones homosexuales con directores que le prometían papeles en sus películas. Entre los amantes que habría frecuentado, Alexander cita a Rogers Brackett, director de radio para una agencia de publicidad, con quien Dean convivió varios meses y que fue quien le recomendó que le acompañara a Nueva York en 1951. Fue allí donde Dean logró dar sus primeros pasos en el mundo del teatro y la televisión. Por cierto que, años más tarde, cuando el actor de Al este del Edén reconoció que había convivido con Brackett, pero como padre e hijo, éste comentó: «Si fue una relación de padre e hijo, también fue incestuosa».

Anthony Perkins (1932-1992)

Inmortalizado gracias a su papel en la película de Alfred Hitchcock Psicosis, Perkins fue uno de los actores más misteriosos de Hollywood. Supuestamente fue amante del fotógrafo Christopher Makos; del bailarín Rudolf Nureyev; del compositor de Sweeney Todd, Stephen Sondheim, y del coreógrafo Grover Dale, con quien mantuvo una relación estable de seis años hasta que decidió abandonarle para casarse.

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Vamos... sabes que tu tambien lo deseas...

Perkins contrajo matrimonio en 1976, con la fotógrafa Berry Berenson (hermana de Marisa Berenson), con quien tuvo dos hijos, Oz y Elvis, y que falleció en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. En su madurez, Perkins confesó que había sido exclusivamente homosexual casi hasta los cuarenta años. Entonces, en 1972, conoció a la actriz Victoria Principal y vivió un romance con ella. El actor murió en 1992 a causa del sida. Tenía 60 años.

Fuente

viernes, 7 de septiembre de 2018

Volver al Futuro, curiosidades de una complicada producción

La historia de un rodaje difícil y un guión que fue rechazado 40 veces



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Desde su estreno en 1985, se convirtió en un ícono del cine popular del siglo XX, con un guion diferente y lleno guiños que conquistó a más de una generación. Sin embargo, no todos en Hollywood creyeron en el proyecto y la película estuvo a punto de naufragar en más de una ocasión, tras cinco años de trabajo y una filmación repleta de inconvenientes. ¿cómo fue que Marty McFly logró viajar al 21 de octubre de 2015 para salvarse a sí mismo y a su familia?

La aventura se inició a mediados del año 1980, cuando el productor de cine Bob Gale viajó a su ciudad natal -St. Louis, en el estado de Missouri- a raíz del estreno de su última cinta, la olvidada
'Used Cards'. Como se quedó a dormir en la casa familiar, comenzó a revisar objetos que habían guardado en lo que era su cuarto y lo asaltó una duda: ¿hubiese sido amigo de su padre de haberse conocido de adolescentes?

"Todo comenzó cuando encontré el álbum de fotos del colegio de mi papá. Él había sido presidente del centro de estudiantes y eso me hizo pensar en mí, que no tenía nada que ver con eso. Surgieron muchas preguntas: ¿y qué si mi padre era el nerd insoportable de la clase? ¿Hubiésemos sido amigos si nos conocíamos en esa época? El secreto de esta película no es un viaje en el tiempo, sino que es un adolescente que viaja en el tiempo", explicó Gale hace algunos años.

Esta pregunta lo impactó tanto que cuando volvió a Los Ángeles se la compartió a su mejor amigo, Robert Zemeckis, quien venía de ser guionista de 1941 pero sentía que necesitaba un título taquillero que lo consolidara como un nombre fuerte en la industria. De inmediato, pensó en su madre, quien siempre solía contar anécdotas incongruentes de su adolescencia, como si ocultara cosas preocupada por mostrarse dócil y gentil. 



Con esto en mente, idearon juntos una primera versión del guión que tenía muchas diferencias con lo que se vio en pantalla: el protagonista era un pirateador de videocasetes que soñaba con ser una estrella de rock y que lograba viajar en el tiempo. en una heladera.
¡Sí, leiste bien. En una heladera!


Con la idea y el borrador fueron a los estudios Columbia, donde lo rechazaron de plano. Lo mismo sucedió en tres sitios más. Zemeckis optó entonces por otro proyecto y dirigió "En busca de la esmeralda perdida" en 1984, que fue un éxito y que creyó que serviría para aumentar las chances de que se realice su comedia de viajes en el tiempo pero nadie en Hollywood parecía entender el cruce de géneros y una trama que les parecía incomprensible.

 

Pero eso no sucedió: el proyecto fue rechazado por 40 personas a lo largo de tres años, ya que las cintas de esa época apostaban a un humor más sencillo y menos complicado que el de aquel guion. En un comienzo los estudios Disney se interesaron por el libro pero no les convencía el coqueteo con el incesto que había en una de las escenas y para Zemeckis esa tensión era necesaria.

Las cosas cambiaron cuando Steven Spielberg , amigo de Zemeckis y Gale, leyó el guion y le gustó tanto que decidió sumarse como productor. Así, los presentó en Universal Studios y lograron que lo acepte a finales de 1984. Pocos meses después comenzó el rodaje, con el mismo elenco que conocemos pero un pequeño cambio: Eric Stoltz era el protagonista.

Stoltz era una estrella en ascenso y había convencido a todos en el casting. Los estudios Universal, que seguían con dudas sobre la cinta, habían exigido que a medida que se filmara se fuera haciendo una versión editada en crudo para evaluar el progreso. Pero cuando vieron las primeras imágenes filmadas no convencieron a los ejecutivos y lo pausaron por unas semanas.



Para entonces, el guion había cambiado mucho y la heladera original había sido reemplazada por un automóvil DeLorean, que les pareció tener un aspecto suficientemente futurista como para que en la década del 50 lo confundieran con una nave especial.

Que el joven de 17 años Marty McFly viajara a 1955 había sido una elección absolutamente accidental, forzada por la verosimilitud de la época en la que se debieron haber conocido los padres de alguien adolescente en 1985. Pero resultó siendo crucial a la hora de elegir la estética y la música para ambientar."

La década del 50 es la década del nacimiento del adolescente, en el sentido de que por primera vez en los Estados Unidos tenían su lugar en los medios, podían comprar cosas, eran una fuerza económica. Y resultó genial para nuestra historia", aseguró Zemeckis.

La demora en el inicio del rodaje sirvió para que reemplazaran a Stoltz por Michael J. Fox , una estrella televisiva en ascenso que tenía una agenda ocupada grabando la sitcom "Lazos de familia" pero al que le había gustado el guion y lamentaba no poder sumarse.

Así que a pesar de tener cuatro semanas de rodaje ya hecho, Zemeckis se animó a reemplazar nada menos que a su protagonista, en una movida valiente pero muy arriesgada y que rindió sus frutos. Cuando la cinta cumplió 25 años, Gale lo reconoció: "Reemplazar a tu protagonista es la decisión más difícil y dura que se puede tomar. Pero en la primera escena que filmaron con Christopher Lloyd quedó claro que la química entre ellos era la indicada".

back to the future

"Michael Fox es un gran actor, tiene un timing para la comedia excelente. Es perfecto para el papel, es accesible, es agradable, es gracioso, la audiencia lo ama", dijo el director.


Pero incluso cuando todo estaba listo para comenzar a refilmar esas escenas , el ejecutivo de Universal Pictures Sidney Sheinberg decidió hacer algunos cambios menores en el guion, como cambiar el nombre de la madre de McFly de Meg a Lorraine, como su esposa, pero también el título. Por unos días, la cinta se llamó "El astronauta de Plutón", ya que consideraba que no había casos de películas exitosas con "futuro" en el título. La intervención de Spielberg fue decisiva para mantener Volver al futuro.

Reacomodar todo el rodaje a la agenda de Fox fue una pesadilla: el actor sólo podía filmar de seis de la tarde a las 2 de la mañana. En el resto del tiempo, grababa su serie. Durante esas semanas, el intérprete sólo dormía cuatro horas diarias.

Con los contratiempos, el film no llegó a la fecha original de estreno en mayo de 1985 y se pasó a agosto. Para calmar la ansiedad de los productores, se hizo una proyección especial del material sin la edición para público en el Hitchcock Theatre, del que se decía que estaba maldito, pues ninguna película había sido bien recibida allí. Volver al futuro destruyó esa leyenda.

La respuesta del público fue tan buena que Spielberg les pidió un favor personal a Zemeckis y Gale: adelantar el estreno a julio, lo que obligó a editarla y masterizarla en nueve semanas. Tanto apuro y contratiempos predecían un fracaso en taquilla. Sin embargo, la historia nacida viendo fotos familiares fue el inicio de una trilogía taquillera que enamoraría a millones de personas en todo el mundo.


Fuente