martes, 26 de noviembre de 2024

Encuentran en Chile película del legendario John Ford que estuvo perdida más de 100 años

 

Hay mucho material audiovisual que se ha perdido con el paso de los años, no solamente películas, también programas de televisión -los episodios perdidos de Dr. Who son un ejemplo famoso- mucho de lo cual es irrecuperable, obras enteras de las que solo quedan registros escritos como criticas o unos pocos minutos de metraje y generalmente en mal estado, por diversas razones: no existía una cultura de preservar la historia -como cuando las películas mudas fueron desechadas para hacer más espacio cuando llegaron las películas sonoras- o accidentes, como incendios donde el nitrato con el que se hacían las películas se quemaba demasiado bien, y a veces hay casos como este:






Una historia increíble, literalmente cinematográfica, tuvo como protagonistas al legendario cineasta John Ford, a una película centenaria y a un almacén perdido de Providencia (Santiago de Chile).

Se trata del filme “The Scarlet Drop”, western protagonizado por Harry Carey que fue encontrado en una bodega capitalina un día antes de ser demolida. La cinta, estuvo perdida durante más de 100 años.

La historia la detalla el matutino inglés The National: “Estrenada en 1918, The Scarlet Drop fue uno de los 26 westerns que Ford filmó con el actor Harry Carey, la colaboración más prolífica de la legendaria carrera del director seis veces ganador del Oscar”.

La publicación británica recuerda el otrora boom comercial del filme, descrito en su momento como el “éxito supremo de la carrera de Harry Carey”. A pesar de la pompa, tras su estreno, las copias se perdieron. Y en eso pasó un siglo.

A pesar de que se conservaban en el Archivo Getty, tal como informa The National, casi 30 minutos de metraje de la película, ya no había expectativas sobre encontrar un corte completo.


“La película fue redescubierta por el dueño de una bodega en Santiago, un día antes de que fuera demolida. Mientras revisaba el contenido del edificio, el propietario descubrió un tesoro de películas que alguna vez perteneció a un coleccionista local, y que permaneció intacto durante 40 años después de su muerte”, añade el periódico.

John Ford recobrado 106 años después


Tras dar cuenta de este tesoro fílmico, el nuevo dueño tomó contacto con Jaime Córdova, académico de la Universidad de Viña del Mar y director del Festival de Cine Recuperado de Valparaíso, quien se hizo cargo de la gesta.

“La película técnicamente no está restaurada, sino que fue digitalizada en 4K en los laboratorios de Cineteca Nacional, en Ñuñoa (Santiago), y yo tuve a cargo la limpieza física, material, de la película, y la reparación de empalmes y de perforaciones que estaban rotas”, comentó Córdova al portal Cinentransit.

















“La película estaba muy dañada, lo cual indica que fue muy popular en su época, la exhibieron mucho. Y la perforación estaba bastante débil, forzada, rota; había centímetros en los cuales no había perforación, y yo sospecho que muchos de los intertítulos de la película los recortaron o bien los sacaron completamente porque se rompieron. ¿Por qué los intertítulos? Porque estaban fabricados en material de menor calidad que de la imagen. Por lo tanto, en la película de nitrato, muchas veces es lo primero que se encoge y, al proyectarlo encogido, la perforación se rompe”, agregó.

En el mismo artículo, Córdoba detalla cómo llegó a la cinta, y al contingente completo encontrado en Providencia: “(Él dueño]) se contactó con alguien en Santiago, esa persona contactó con una persona que me conocía, me dio el teléfono, fui a hablar con ella y ahí pudimos rescatarlo porque, como nadie se había preocupado por el material, él tenía que botar todo a la basura”.

La versión digitalizada de “The Scarlet Drop” debutó el 30 de septiembre en la inauguración del 28º Festival de Cine Recobrado, celebrada en el Teatro Municipal de Valparaíso.
De acuerdo al análisis de Córdova, la película aún necesita una restauración. “Se estabilizó la imagen, porque estaba encogida y se movía. Lo único que se hizo fue eso, nada más. A mí no me gusta intervenir las películas. Si la copia hubiera estado mojada, le faltaran fragmentos de imagen… No tenía hidrólisis, que es la enfermedad del nitrato, cuando se empieza a desprender la emulsión”, reflexionó.

De acuerdo al artículo de Cinentransit, el rescate también supone un hito histórico para la cinematografía estadounidense. “Se trata también de la primera aparición no solo de Lincoln sino de la Guerra de Secesión en el cine de su autor y, como siempre salvo en Misión de audaces (The Horse Soldiers, 1959) y The Civil War, Ford rodea el acontecimiento, más interesado por sus reverberaciones que sus manifestaciones directas”, acota el texto firmado por Rubén García López.

El hallazgo, sin embargo, incluso obviando el último dato, es un suceso en sí mismo. John Ford es considerado uno de los cineastas más importantes de la historia del cine, grupo selecto donde habitan nombres como Orson Welles, Stanley Kubrick, Andrei Tarkovsky, Alfred Hitchcock e Ingmar Bergman, entre otros.

jueves, 7 de noviembre de 2024

¿Por qué era un infierno trabajar con Stanley Kubrick?

 

Si pusiéramos en marcha una pequeña adivinanza en la que habláramos de un director de cine cuya carrera es una constante de obsesión y perfección, seguramente muchos se llevarían el premio gordo. La figura de Stanley Kubrick resume como casi ninguna otra el trabajo concienzudo y perfeccionista, rayando la locura, en la industria cinematográfica.

 

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El fruto de la obsesión

 

En los 46 años que transcurrieron desde su ópera prima, 'Fear and Desire', hasta 1999, cuando su película póstuma 'Eyes Wide Shut' llegó a los cines, el director norteamericano estuvo al frente de 13 producciones. Desde luego no es un Woody Allen, incluso tiene el récord Guinness por el rodaje más largo, del que hablaremos más adelante.

 

Sin entrar en justificaciones, lo cierto es que el método de trabajo de Stanley Kubrick tiene resultados de calado. Citar títulos como 'Espartaco', '¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú', '2001: Una odisea del espacio' o 'La naranja mecánica', entre otros, serviría para que muchos directores se sonrojaran en la comparativa con su propio trabajo.

 

Pero no todo pueden ser rosas. En muchas ocasiones la genialidad se ve acompañada de un carácter difícil de manejar, y de nuevo Kubrick es el mejor ejemplo de esto. A continuación repasamos algunos motivos por los que era tan difícil trabajar con este director.

 

 

1 Sets faraónicos

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El trabajo que exigía Kubrick para sus decorados era impresionante. Sirva como ejemplo uno de '2001: Una odisea del espacio', una rueda de 11 metros de diámetro para representar la nave de la película, manejada por la inteligencia HAL. Tuvo un coste de 750.000 dólares de los 12 millones con los que contó la película. Cuando rodaba 'Eyes Wide Shut' tenía ya muy desarrollado el miedo a volar, así que mandó a los encargados de decorados a Nueva York para que midieran todas las calles y localizaciones que iban a aparecer en la película para reconstruirlas con el mayor rigor posible.

 

2 Con calma

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No abandonamos 'Eyes Wide Shut' porque la película protagonizada por Nicole Kidman y Tom Cruise ostenta un récord: el Guinness al rodaje más largo de la historia. 400 días necesitó Kubrick para rodar todo lo que quería como lo quería. La trilogía entera de 'El Señor de los Anillos' fue filmada en 'sólo' 274 días.

 

3 Luz perfecta

 

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Murray Melvin fue el reverendo Samuel Runt en 'Barry Lyndon', por lo que es perfectamente consciente de cómo era Kubrick en los rodajes. En una entrevista, Melvin ha recordado una increíble anécdota que ocurrió mientras Kubrick filmaba la película. "Una escena con miles de velas tomó una semana entera para poder realizarla. Cuando ya estaba hecha fue eliminada del metraje. El asistente del director me dijo que Stanley la miró y no le gustó cómo había quedado. Ahí fue cuando me enamoré de él. Pensé '¡eso es poder!'".

 

4 Duro con los actores

 

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Es de sobra conocida la presión que Kubrick ejerció sobre Shelley Duvall, la esposa de Jack Nicholson en 'El resplandor'. La marginó en el rodaje, le quitó frases del guion y prohibió a todo el mundo presente en el set que entablase amistad con ella. A pesar de todo ello, años después Duvall reconoció que "puede que le odiara entonces, pero ahora lo veo como un director muy importante que me dio el papel de mi vida y me hizo la clase de actriz que nunca me hubiera atrevido a ser".

 

5 Cabezón

 

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Para Kubrick, todo tenía que salir según el lo había preestablecido. Cuando dirigió 'Atraco perfecto' daba instrucciones muy específicas sobre cómo tenía que ser todo. El director de fotografía Lucien Ballard le sufrió, según recordó el productor asociado de la película, Alexander Singer. "Había recibido unas instrucciones sobre un plano y se puso a trabajar en ello mientras Stanley se va del set para dedicarse a otros asuntos. Vuelve unos minutos más tarde y ve que la cámara está más lejos de lo que había ordenado. 'Espera, Lucien, ¿qué haces, Lucien?'. 'He ido a hacer el plano a una distancia diferente pero con el resultado del mismo tamaño de imagen... no habrá diferencia. Es toda la diferencia del mundo porque cambia la perspectiva entera, así que Stanley miró para arriba y le dijo, 'Lucien, o mueves esa cámara y la pones donde tiene que estar o te vas del set y no vuelves nunca más'".

 

6 Repetitivo

 

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De nuevo hablamos de 'El resplandor'. Kubrick le hizo repetir a Shelley Duvall hasta en 127 ocasiones la escena del bate. Otro Guinnes: esa es la escena con más tomas jamás realizada. El lloro de Wendy en esa escena es real, y Duvall acabó incluso perdiendo mechones de pelo por el estrés. El director de fotografía de la película, Garret Brown, ha atestiguado que su reputación de perfeccionista está completamente justificada. Fue en varias ocasiones a lo largo de esa película en la que repitió la misma escena más de cien veces.