Choque de automóvil – Harry Potter (2016)
Si bien es illegal (y peligroso) usar tu teléfono o ver una película mientras manejas, eso no significa que la gente no lo hará. Ahora, todos en un punto hemos utilizado el celular para mandar un mensaje mientras manejas, hacer llamadas o pararte a pedir direcciones, no son muchos los que han visto una película a través de sus sistemas de navegación o pantallas. Pareciera lógico, aunque ha pasado antes (y tal vez pase de nuevo). Pero antes de que se te ocurra ver El Señor de los Anillos en tu próximo viaje en carro, lee lo siguiente.
En Julio del 2016, Joshua Brown de 40 años se convirtió en la primera persona en morir en un carro que se maneja solo. ¿Cómo? Debido a lo radiante del sol, el Tesla Modelo S no pudo percibir un camión que venía en sentido contrario y, como estaba viendo Harry Potter en un DVD portátil, él tampoco vio al camión.
Los amigos de Brown decían que era un temerario y la policía local ha confirmado que él había recibido no menos de 8 multas por exceso de velocidad en los últimos años. Vale acotar que Brown estaba viendo el filme en un dispositivo separado, ya que Tesla dice que es imposible ver una película en sus carros o al menos usando sus funciones primarias.
Muerte por sobre-excitación – Avatar (2009)
“Avatar”, la épica de James Cameron, marcó un logro estremecedor en cuanto a efectos visuales en 3D, pero que desafortunadamente fueron muy estimulantes para una pobre alma en Taiwan. Un señor no identificado de 42 años se sintió mareado por la película y dejó la sala.
Al momento de llegar a la sala de emergencias, estaba inconsciente tras haber sufrido un derrame y 11 días después había muerto. El hombre tenía precedentes de sufrir de presión sanguínea alta y los doctores culparon a sobre-excitación por ver la película. No estamos seguros si eso constituye una crítica positiva o negativa.
Infarto – Tiburón (1975)
Steven Spielberg tuvo éxito en 1975 con su thriller de horror: “Tiburón”, protagonizada por Roy Schneider, Richard Dreyfuss, Robert Shaw y un tiburón blanco llamado Bruce. Hasta que el amigo del Spielberg, George Lucas, sacó su opera espacial Star Wars en 1977, “Tiburón” tenía el título por ser la película que más exitosa de todos los tiempos, recaudando más de 470 millones de dólares en todo el mundo en una producción estimada en 7 millones de dólares.Todo lo que hizo falta fue una banda sonora que te acelerara el corazón, algo de sangre y un par de mandíbulas inmensas para generarle fobia al agua a todos sus espectadores por el transcurso de los años… si es que pudieron salir del cine.
El 9 de Septiembre de 1975, unos cuantos meses después de estrenarse tiburón, Elmer C. Sommerfield, de 45 años, asistió al cine de Ford City en Chicago con su esposa Marilyn. Pasados 45 minutos de la película, Sommerfield colapsó de un infarto. La esposa de Sommerfield alertó al gerente del cine, Vince Tripodi, de la situación y llamó a una ambulancia. Mientras tanto, dos doctores en la audiencia le administraron CRP por 10 minutos hasta que llegaron los paramédicos. Desafortunadamente, no fue suficiente, Sommerfield murió en camino al hospital. Tripodi le dijo al tribunal de Chicago que jamás había visto algo así suceder en sus 27 años trabajando en cines.
Colapso por shock – Aliens (1986)
Alliens ni siquiera es la terrorífica de la franquicia, pero fue la gota que derramó el vaso para un estudiante en India. Después de quedarse despierto toda la noche para ver un maratón de películas de horror, M. Prabhakar pidió permiso para usar el baño. Y salió, corriendo y gritando, colapsando por el shock, para morir un poco después.
De acuerdo al Times de India, el colapso de Prabhakar no fue notado por sus compañeros y en el momento que trataron de resucitarlo, el maratón de películas había terminado y ya era muy tarde para salvarlo. Declararon su muerte al llegar al hospital más cercano.
Encontrado sin signos vitales – La Saga Crepúsculo: Eclipse (2010)
Seguro, mucha gente dirá que preferirían morir a ver “Crepúsculo” (yo incluído). Pero, ¿cuántas personas lo han hecho? Que sepamos, una, y es una historia realmente triste. Damian Smythe de 23 años se coló a una sala que estaba pasando “Eclipse” en Wellington, Nueva Zelanda durante el verano del 2010 y fue encontrado sin signos vitales cuando se encendieron las luces – con una botella de un litro de whiskey en suelo junto a él.
Los resultados del forense fueron más o menos de esperarse, con los detalles dados: la muerte de Smythe fue atribuida a una intoxicación etílica y descrito en el informe como “una triste, trágica pérdida de una persona tan joven”. El padre de Smythe reconoció el alcoholismo de su hijo, diciendo a los reporteros que intento llevarlo a rehabilitación, sin éxito.
