domingo, 1 de diciembre de 2019

¿Batman Returns demasiado violenta para niños? y otras controversias que afectaron a las películas de DC antiguas


“Aquellos que olvidan la historia corren el riesgo de repetirla”, y en el caso de Warner Bros. parece ser más que cierta esta afirmación.
Resulta curiosa la forma en que los productores de Warner Bros. han sido, en parte, los responsables de posicionar a los personajes de DC como referentes para el público masivo en el cine; para en un momento de crisis, optar por comprometer la visión del realizador en pos de unas mayores expectativas de comercialización.
Aunque es un movimiento lógico por parte de un estudio de alto calibre, éste actuar ante unas reacciones polarizadas del público acaban provocando que descarten todo aquello que directores y creativos consiguieron levantar pero no finalizar como hubiesen deseado. Zack Snyder fue el caso más reciente que se ha sumado a esta lista del quiero y no puedo de DC en el cine. Y sí, ha habido otros casos.

Richard Donner y Superman II

Superman 1978
A finales de los años setenta, tras tensiones con los productores Alexander Salkind e Illya Salkind dueños por aquél entonces de los derechos cinematográficos de Superman—, Richard Donner, realizador de “Superman: The Movie” abandonó la dirección de la secuela “Superman II” por diferencias creativas y presupuestales, en los albores del cine de superhéroes.
Donner deseaba que Superman: The Movie y Superman II fuesen una historia épica de dos partes pero tras las luchas de poder con sus productores, abandonó la silla de director. Poco después, entró Richard Lester para terminar el segundo filme de Superman, quien que ya había trabajado anteriormente con los Salkind. Aunque Donner ya había grabado la mayoría del metraje, éste fue archivado y reemplazado por uno nuevo que rodó Lester, quien dado su bagaje en películas de comedia, empleó un tono de comicidad en contraposición con el estilo estoico y épico que usó Donner en su filme. Personajes prominentes fueron descartados, inclusive varios actores expresaron su descontento. ¿Resulta familiar esta situación?
Imagen de Superman y Jor-el en la Donner Cut de Superman II
La diferencia entre Richard Lester y Joss Whedon es que el primero tuvo el tiempo necesario para terminar “Superman II” y entregar una película competente que por al menos 25 años fue una secuela oficial y —hasta donde se le puede apreciar— decente aunque con algunos fallos y cuestionamientos controversiales.
Después de años de peticiones a Warner Bros., Superman II: The Richard Donner Cut se lanzó al público en noviembre de 2006. Todo esto fue gracias a la insistencia de fanáticos y público que en plena era pre-redes sociales, consiguieron hacer eco para que el propio Richard Donner, con ayuda de archivos de metraje, lanzará a la luz lo que iba a ser la conclusión de su historia casi tres décadas después de haber dejado la silla del director. ¿Zack Snyder no puede o merece hacer lo mismo ahora?

Tim Burton y Batman

BATMAN 1989
La exitosa Bati-franquicia iniciada por el director Tim Burton en 1989 con “Batman” también cayó en picado tras dos excelentes entregas que actualmente son consideradas clásicos, con “Batman Returns” de 1992 considerada como el punto crítico en el que la franquicia cambió su dirección.
Este punto de inflexión se debió, en parte, a una reducción de más de la mitad de taquilla en comparación a su predecesora —266 millones frente a 411 millones generadas por la primer entrega— así como a críticas que señalaban que la cinta era demasiado oscura y violenta para lo que una película de superhéroes debía ser. Esto generó cierto conflicto con la comercialización de las licencias de las películas, sacrificando la visión artística que ya tenían; curiosamente la misma que les dio un estatus de clásicos.
Aquí un ejemplo de los comentarios y pensamientos que se tenían del segundo filme de Batman en 1992. Varios de ellos son los mismos que resonaron en primavera de 2016.


Posteriormente Burton se apartó y relegó al director Joel Schumacher cambiando el tono y regresando al estilo camp  que caracterizó la etapa de Adam West como el personaje en su serie de los 60. Un estilo que Burton ignoró, y aunque mantuvo el sello personal que él quería para el personaje, también adoptó el estilo lúgubre y sombrío que el Caballero de la Noche estaba empezando a redefinir gracias a los cómics en esa época. Afortunadamente, el realizador pudo finiquitar  su obra sin remordimientos al respecto.
Tanto el Hombre de Acero como el Caballero Oscuro vieron cómo sus terceras y cuartas entregas se volvieron infames y mediocres parodias, con apenas una fracción de las cifras que habían generado en sus primeras dos entregas, colocándose actualmente entre los peores ejemplos que cine de superhéroes con apenas elementos rescatables y que casi acaban con las películas de este tipo antes de que comenzara su auge. Todo esto en los ochenta y noventa.
El estudio y las personas a cargo a lo largo de las épocas mencionadas trabajaron a favor de la comercialización y les salió el tiro por la culata. Subestimaron a su público entonces y lo volvieron a hacer el 17 de noviembre de 2017.

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